«La hipnosis no es un poder, sino una capacidad natural del ser humano, y abre puertas»
El reconocido y televisivo hipnotizador ofrecerá una gran sesión y espectáculo donde el público podrá experimentar la hipnosis
El prestigioso hipnotizador francés Jeff Toussaint actuará este sábado, a las nueve de la noche, en el Orfeón Canongí. Conocido por todo el mundo, el hipnotizador del programa de televisión Hipnotízame, es el plato fuerte del Festival de Màgia Impossible.
— Estamos sorprendidos. ¿Vive en Tarragona?
— Bueno, vivo en Miami Platja. Llegué el año 2002 y me he quedado a vivir. Tengo la residencia.
— ¿Intentará convencer al público canongí de que la hipnosis es real, que la hipnosis hecha espectáculo lo es?
— En televisión trabajamos con otros parámetros. Haré que el público de la Canonja pruebe, en carne propia, la hipnosis y que no es ningún tipo de poder por parte del hipnotista. No existe la hipnosis, sino la capacidad de sugestión. Se crean estímulos para traspasar la barrera de la mente consciente e implantar pensamientos selectivos al subconsciente. Aquello clásico del hipnotizador que dice «ahora te dormiré», no existe. El que la gente podrá experimentar es lo que ve en televisión. No hay que ser famoso por experimentarlo.
— ¿Dice que la hipnosis no es real? ¿Qué es pues?
— Cada 45 o 90 minutos nuestra mente se disocia del entorno, entramos en fase disociativa. Depende de lo que tengamos en frente, una buena película puede conseguirlo. Pondré un ejemplo. A menudo vamos conduciendo y llegamos al destino sin casi recordar cómo lo hemos hecho. De alguna manera se le da el control al automatismo. Lo conseguimos con la hipnosis. Todo el mundo hace hipnosis, la comunicación es sugestión. La hipnosis no es un poder, sino una capacidad natural del ser humano y abre puertas.
— En su ‘show’ televisivo usted consigue hipnotizar a los voluntarios sólo con un golpecito en el frente. ¿Hay un trabajo previo?
— Siempre hay un trabajo previo, según la cantidad de gente que quiera participar. Puedo provocar entrar en estado de hipnosis a una o dos personas en cuatro o cinco minutos. Evidentemente, si hablamos de grupos más numerosos, el proceso tarda mucho más tiempo, más de media hora. Así que, cuando se trata de televisión, con el tiempo limitado, se hace un trabajo previo. En la Canonja, se verá lo que no se ve en el programa de televisión. Primero se explica todo sobre la hipnosis: todo lo que comporta, qué se puede conseguir con ésta y que hay varios tipos de hipnosis. El 95% de las personas que no participa, después, se arrepiente. Todos los que participen podrán experimentar la hipnosis y, en su casa, podrán reactivar este estado para mejorar. La gente que se deje llevar podrá reprogramar cualquier estado físico o mental. La actuación es como un curso de hipnosis y, además, es un espectáculo. Después de explicar qué es la hipnosis, haré una inducción en toda regla y, posteriormente, el espectáculo cómico. El público podrá ver a sus amigos, sus hijos o vecinos bajo la hipnosis y se tiene que dejar claro que, en ningún caso, se les verá hacer cosas que supongan un daño físico o moral.
— Sin embargo, de alguna manera, el hipnotizador sí tiene cierto poder...
— Se consigue la desinhibición. Es como cuando uno va a una boda y, después de un rato de bailar, se acaba quitando los zapatos. Sabes que no es normal, pero que puedes hacerlo, que no pasa nada. Todo el mundo está abierto a hacer cosas. Pero hay límites. No se puede obligar al hipnotizado a hacer cosas contra pensamientos o creencias que tiene mucho arraigadas.
— ¿Se puede utilizar la hipnosis cada día?
— Yo hago autohipnosis antes de los espectáculos. Me reprogramo, por ejemplo, para echar cabezadas de media hora y me despierto como si hubiera dormido durante ocho horas. Con la autohipnosis se tiene la capacidad de centrarte en un objetivo, visualizando el cambio positivo que se quiere hacer. No puedes aprender chino con la hipnosis, pero sí elevar tu constancia en el aprendizaje. Se puede orientar en beneficio propio. Ahora, eso sí, si se quieren resultados rápidos, tiene que acudir a un terapeuta. La hipnoterapia, por ejemplo, crea el deseo de dejar de fumar, y canaliza las posibles consecuencias –como acudir a la nevera– en algo positivo.
— ¿Cómo descubrió la hipnosis?
— Soy mago, ilusionista, pero aprendí primero la hipnosis. Trabajé en una tienda de esoterismo, en Venezuela, hacían hipnosis, pero yo no me lo creía. El propietario me enseñó la hipnosis orientada al esoterismo, pero yo continuaba incrédulo. Hasta que, un día, haciendo una barbacoa con unos amigos, les quise inducir con todo lo que me había enseñado. Después de ver como mis amigos cloqueaban como gallinas en torno a la hoguera durante más de quince minutos, vi que pasaba alguna cosa... No me lo creí hasta entonces.
— ¿Cualquiera puede hacerlo?
—Imparto cursos sobre hipnosis de espectáculo. Pero requiere ensayar mucho. Si se quiere hacer hipnosis a escala terapéutica, se tiene que estudiar.