Vila-seca y la Canonja reivindican la apertura del histórico camino GR-92

Un centenar de personas han participado este domingo en una caminata reivindicativa para reclamar la apertura del camino GR-92, una vía que quedó totalmente cortada con la construcción de la carretera de Bellissens. El camino une las poblaciones de la Canonja y Vila-seca.

La caminata ha arrancado desde los ayuntamientos de la Canonja y Vila-seca y ha sido organizada por el Casal Popular El Rebotim, el Ateneo Popular La Mina y la entidad La Canonja 3. Estas agrupaciones piden que se busque una solución que permita a los peatones atravesar la carretera: un semáforo, paso de cebra o un paso elevado. «Ahora mismo el camino está cortado por una media de hormigón. Hay gente que utiliza el camino igualmente, pero se juegan la vida salto de agua las vallas de hormigón y atravesando la carretera», ha explicado Mario Tellez, del Casal Popular El Rebotim.

«Es un camino tradicional, que se ha utilizado toda la vida. Se trata del GR-92 que pasa por todo el litoral catalán», ha añadido Tellez.

La apertura del camino se viene reivindicando desde el año 2008. El GR-92 permite hacer a pie o en bicicleta el trayecto entre Vila-seca y la Canonja en sólo 25 minutos.

Según ha explicado Tellez, los plenarios de ambas poblaciones aprobaron sendas mociones por unanimidad en la cual se recoge la petición de las tres entidades que organizaron la caminata de este domingo. Los participantes de la concentración se han reunido al punto de conflicto, en la carretera de Bellissens y, una vez allí, han hecho lectura de su manifiesto reivindicativo.