Alcover habilita un espacio que promueve tanto la actividad física como la lectura

El edificio de Cal Gepu d'Alcover, ubicado en la calle de Sant Llorenç número 12, el Ayuntamiento lo ha reconvertido en un espacio lúdico-cultural con máquinas de ejercicios y una biblioteca libre abierta a todo el mundo que tiene el lema «El que lee mucho y camina mucho, ve mucho y sabe mucho», frase de Miguel de Cervantes.

Se trata duna zona ajardinada al aire libre de titularidad pública donde se han instalado cinco aparatos para realizar actividad física: una rueda de hombros, el doble pendulo, la cuádruple rueda de brazos, el triple giro de cintura y un banco de pedales. A fin de que todo el mundo pueda hacer uso de este material, en la zona hay un panel en el cual se explica el funcionamiento de cada uno de los elementos.

El espacio se completa con una zona de intercambio de libros y todo tipo de publicaciones, como diarios o revistas, con el objetivo de promover el hábito de la lectura. Esta biblioteca está ubicada en el interior de dos troncos que hay en el mismo parque y que hacen la función de estantes. Los interesados pueden dejar libros y revistas que ya no utilicen y también coger las que se encuentren allí, leyéndolas in situ o llevándolas a casa.

Los perros pueden entrar en el espacio, pero siempre atados y sus responsables tienen que recoger los excrementos. De hecho, las normas están especificadas a través de señalización vertical, donde también se informa de la obligatoriedad de hacer uso de las papeleras, así como respetar todos los elementos.

En otro panel, se hace inciso en los restos históricos de las murallas de Alcover y se detalla toda la información proporcionada por el Centro de Estudios Alcoverencs.

En la zona también hay una fuente de agua, riego automático en las zonas ajardinadas e iluminación ambiental y específica para la muralla histórica y los estantes del punto de intercambios de libros.

Un edificio derribado

El espacio lúdico-cultural está ubicado en Cal Gepu, donde años atrás había un edificio que se encontraba en una situación de conservación muy precaria. En la sesión plenaria del Ayuntamiento de Alcover celebrada el 3 de mayo de 2013, se aprobó la necesidad de ocupación y expropiación del edificio para derribarlo, pero conservando los elementos característicos, como son los arcos y la conservación de la primera muralla de la villa. La propiedad facilitó los trámites, así que en pocos años se han podido realizar los trabajos de derribo y la posterior instalación de los elementos de ejercicio físico y la biblioteca libre que conforman el espacio lúdico-cultural.