Se buscan cazadores de botellas de vino
Orientast es una actividad que combina la tecnología, el senderismo y la cata de vinos
Orientast es una actividad concebida por la Celler Estol Verd, cuya finca se encuentra en el municipio de Rodonyà (Alt Camp). La idea es combinar el senderismo con la enología, muy ligado a través de una aplicación para teléfono móvil que hace de guía a través de las viñas de la bodega. En la práctica, el juego consiste en encontrar tres botellas escondidas en la finca siguiendo las indicaciones de la aplicación. Por el camino, los aventureros descubrirán el paisaje, la historia y la naturaleza que los rodea. Y cuando encuentren cada una de las botellas, tendrán que responder el sencillo test de cata que les saldrá al teléfono. Al final de la ruta, sabrán si son Sommeliers, Sibarites, Promesas o Noveles. La ruta tiene una duración aproximada de dos horas, y antes de salir los exploradores recibirán un ‘kit’ con el material imprescindible para llevarla a cabo: unas copas de vino, agua, y patatas de bolsa–Palau, de Valls. La oferta también contempla la presencia de niños, que también tienen un ‘kit’ a su medida y, en lugar de encontrar una botella de vino, encontrarán un pequeño tesoro escondido entre las viñas.
Hay tres rutas para escoger, la Sumoll, la Syrah y la Moscatel, todas son circulares, la primera es de tres kilómetros y las otras dos de dos, y las tres pasan por la bodega. El aplicación Orientast se descarga de forma gratuita, aunque de momento sólo es para dispositivos Android –si el grupo no tiene los organizadores les prestan un teléfono de estas características.
Gerard Galofré, propietario de la bodega junto con Sara Batalla, explica que idearon esta actividad porque les permite explicar su manera de cuidar la tierra, cómo es el entorno en el cual trabajan y, al mismo tiempo, cómo son los vinos que elaboran en la bodega. El Orientast se puede hacer todo el año, pero es en esta época cuando resulta más atractiva, una vez hemos dejado atrás el invierno y las viñas empiezan a despertar.
La Celler Estol Verd es el proyecto personal de Gerard Galofré y Sara Batalla, hijos de agricultores, que han querido seguir apostando por la agricultura como forma de vida, pero añadiendo los principios de sostenibilidad, que aplican en los ámbitos económico, social y ecológico. Sus vinos se comercializan amparados por la DO Tarragona, y al mismo tiempo, forman parte del grupo Bodegues Singulars, una asociación de nuevo micro productores de la DO que coinciden en una manera en entender la viticultura que pasa por la agricultura sostenible y que quieren hacer, de la diversidad, un valor en alza. «La DO Tarragona cuesta mucho de explicar y también de situar, porque hay mucha diversidad, desde la Ribera d'Ebre en el Alt Camp pasando por el Tarragonès y el Baix Camp. Pero nosotros pensamos que justamente esta diversidad es un punto a favor», explica Gerard.
Justamente este pasado lunes las Bodegues Singulars de la DO Tarragona se presentaron en el Palau Robert de Barcelona, dando un paso más para ganar visibilidad y presencia más allá de las fronteras de la demarcación.