La calidad del aire en el Camp de Tarragona «no supone riesgos para la salud»
Así lo revelan los datos relativos a la calidad del aire en Cataluña durante el 2016, presentados este jueves
La calidad del aire en el Camp de Tarragona «no es significativamente diferente de la del resto de Cataluña y no supone riesgos para la salud de sus habitantes». Éstas son las conclusiones extraídas a partir de los resultados de los estudios sobre la calidad del aire en Cataluña durante el año 2016 llevados a cabo, en particular, en la zona del Camp de Tarragona. El conseller de Territori i Sostenibilitat, Josep Rull, junto con la secretaria de Medi Ambient i Sostenibilitat, Marta Subirà, y la directora general de Qualitat Ambiental i Canvi Climàtic, Mercè Rius, han presentado este jueves los datos de toda Cataluña.
En la zona del Camp de Tarragona, junto con la de la conurbación de Barcelona, la calidad del aire es objeto de una atención especial. En Tarragona, dada la convivencia entre la actividad industrial y las áreas urbanas, se ha diseñado un sistema de vigilancia de calidad del aire específico para la zona, que contempla tanto el aumento del número de puntos de vigilancia, como el número de compuestos determinados a medir, con un amplio abanico de compuestos orgánico volátiles.
En Barcelona, los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) superan determinados límites, fijados por la Unión Europea, como ha ido pasando históricamente. La tendencia ha sido a la estabilización en los últimos años en el caso del NO2, mientras que en el de las partículas se observa una tendencia a la baja, aunque no se alcanzan los valores recomendados por la OMS. Para el conseller, «la falta de calidad suficiente del aire en el área de Barcelona es un problema real, actual, no de futuro, y crónico, que arrastramos de hace muchos años. Un problema que afecta a la salud de todos».
A principios del pasado mes de marzo, la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona, el Área Metropolitana de Barcelona (CON), la Diputació de Barcelona y representantes locales aprobaron, en una cumbre sin precedentes, una serie de compromisos para reducir un 30% las emisiones vinculadas al tráfico en el plazo de 15 años. La primera medida que se aplicará será restringir la circulación en las vías interurbanas de la conurbación de Barcelona a partir de diciembre de este año, y en situaciones de episodio ambiental, a los turismos de más de 20 años de antigüedad y a las furgonetas de más de 23. Estos vehículos son de los que más contaminan.
Tanto en el Camp de Tarragona como en el área metropolina de Barcelona se destinan una gran parte de los recursos de las redes tecnológicas de vigilancia. Desde el año 2008, existe una colaboración permanente entre instituciones para estudiar si hay efectos sobre la población y poder actuar preventivamente. En el 2015, la Taula de la Qualitat de l'Aire del Camp de Tarragona nació con la voluntad de ser la plataforma que aglutina, comparte y canaliza las actuaciones generadas por cualquier agente y mantener informados a los ciudadanos del territorio.