Barberà de la Conca empieza las obras para parar las grietas

Han pasado siete años desde el momento en el cual los vecinos de Barberà de la Conca empezaron a ver como su pequeño municipio, de forma inexplicable, se dividía por una grieta que atraviesa el pueblo de nordeste a suroeste. Ahora, sin embargo, Barberà ya respira más tranquilo, y es que ya hace un mes que se empezaron las obras para parar los movimientos, unos trabajos que han tardado a iniciarse, después de que se pusiera como fecha de inicio en junio del 2016 y, posteriormente, en septiembre pasado.

«Estamos muy contentos porque finalmente se empieza a poner solución a un problema que preocupa mucho a todo el pueblo», asegura el alcalde, Marc Rovira. Asimismo, ayer por la mañana, una vecina afectada, Eulàlia Capellas, explicaba que confiaba en la eficacia de los trabajos, aunque destacaba que únicamente se está actuando en los movimientos superificals, pero no sobre la causa original de la grieta, que cuenta con más de 250 metros de longitud, ya que el origen es desconocido. Se especula sobre la acción del agua, la naturaleza del subsuelo o una posible rotura, pero los expertos no saben nada a ciencia cierta.

En el caso de Eulàlia, su vivienda, que se encuentra en la calle Sant Victorià, tiene algunas grietas en la parte lateral de la casa y en la fachada principal. Eso no ha obligado a desalojar la vivienda, pero la preocupación siempre ha estado presente. Con respecto a los trabajos, actualmente se está realizando la primera fase de las obras, que cuentan con un coste de cerca de 500.000 euros, de los cuales, 300.000 son aportados por la Diputacin de Tarragona, mientras que los 200.000 restantes, por la Generalitat.

Las obras, que tienen un plazo de ocho meses, están centradas en dos ámbitos: la calle Valentí Almirall y la Sant Victorià, situadas bajo la iglesia. Es justo en esta zona donde hay los edificios más afectados, como es el caso de la misma iglesia y una casa de la plaza Hospital, la única propiamente desalojada por el peligro de derrumbe que suponen las grietas que atraviesan sus paredes, algunas de ellas, de la medida de un puño. Es precisamente en los bajos de este inmueble, donde actualmente los operarios están trabajando.

El proyecto prevé la construcción de muros de contención en los tres niveles del municipio, ubicado en una colina coronada por la iglesia de Santa Maria; y de micropilotajes, unas estructuras que se colocarán en el subsuelo con el fin de reforzar los fundamentos. Además, también se reurbanizarán los dos ámbitos afectados.