Cornudella frena el cierre del único cajero automático del municipio

Una semana más tarde que los vecinos de Cornudella de Montsant se pusieran en pie de guerra ante la decisión de BBVA de cerrar el único cajero automático y oficina del municipio, ayer por la mañana el consistorio consiguió frenar el procedimiento.

«Nos hemos reunido con el director de la provincia de Tarragona y nos ha asegurado que el cajero automático no se cerrará», explicaba ayer tarde el alcalde de Cornudella de Montsant, Salvador Salvadó. A pesar de todo, la decisión todavía no es firme y, según el alcalde, en los próximos días, el director provincial se volverá a poner en contacto con el consistorio para trasladar la decisión final. «Creo que hay buena predisposición», añadía Salvadó.

Fue el martes pasado que la entidad colgó una nota, donde se informaba de que «esta oficina se trasladará de manera permanente a partir del día 22 de mayo», una medida que no había sido trasladada al Ayuntamiento. A partir de aquella fecha, Cornudella y todos los núcleos de alrededor, como la Morera de Montsant, Arbolí, Ulldemolins o Albarca, se tendrían que haber trasladado hasta les Borges del Camp para hacer cualquier operación bancaria, hecho que supondría desplazarse 20 kilómetros.

«En el municipio hay muchas personas mayores que no tienen los medios para trasladarse a otro pueblo para sacar dinero. Por otra parte, también hay que tener en cuenta el turismo y el boom que se está viviendo en los últimos años. Aquellos que, por ejemplo, vengan a visitar Siurana, no tendrían un cajero automático en la zona y eso sería muy negativo para el comercio», explicaba preocupado al alcalde Salvador Salvadó.

Paralelamente, la noticia creó una ola de preocupación entre los vecinos de Cornudella de Montsant, hecho que llevó a poner en marcha una recogida de firmas para detener el cierre, una campaña que, según el alcalde, ayer ya contaba con 400 firmas de apoyo, en un municipio que cuenta con poco más de 960 habitantes. «La presión de las firmas y la problemática que podría suponer para las personas mayores y el turismo de la zona creo que son los argumentos que han hecho reconsiderar la decisión del BBVA», añadía Salvadó.

Prórroga en Santa Oliva

Cornudella no es el único municipio de la provincia de Tarragona que estos días se ha encontrado con la voluntad de una entidad bancaria de cerrar la única oficina del municipio. La semana pasada las alarmas saltaron a Santa Oliva, en el Baix Penedès. En este caso, sin embargo, no se ha conseguido, al menos de momento, detener el cierre, pero sí una prórroga de tres meses, una decisión que se tomó el viernes después de una reunión entre representantes de BBVA y la alcaldesa, Cristina Carreras. Por otra parte, los vecinos también consiguieron 549 firmas, unas firmas que ya fueron entregadas a la entidad.