Arqueólogos confían encontrar las pruebas más antiguas de Cataluña a la Boella
En estos primeros días ya se han localizado herramientas de piedra y restos esqueléticos de grandes mamíferos
Los arqueólogos que trabajan en una excavación que se lleva a cabo al yacimiento de la Boella, en La Canonja, confían en encontrar las pruebas más antiguas de presencia humana en Cataluña, informa el Instituto Català de Paleoecologia Humana y Evolución Social (IPHES).
La excavación se inició el pasado 1 de mayo, finalizará el 3 de junio y en estos primeros días ya se han localizado herramientas de piedra y restos esqueléticos de grandes mamíferos, como coprolits (excrementos fosilizados) de hienas y grandes herbívoros.
Al yacimiento la Cala 1 se han extraído sedimentos que contienen cerámicas de época romana, y por debajo de estos niveles se han encontrado numerosos restos prehistóricos de sílex cortes, fechadas de forma preliminar entre 200.000 y 500.000 años atrás.
Los hallazgos arqueopaleontológicos que argumentan el origen del poblamiento humano fuera de África son muy escasos en toda Euroasia.
«Las primeras poblaciones humanas que llegaron a la península ibérica, hace un millón de años, eran muy reducidas, de pocos individuos», según señala el investigador del IPHES y codirector de la excavación, Josep Vallverdú.
En este sentido, «el registro fósil del Barranco de la Boella es singular para explicar las primeras migraciones humanas procedentes del continente africano».
Interviene en la excavación un equipo multidisciplinar de 35 personas, formado por los miembros del IPHES, del Museo de Ciencias Naturales de Madrid (MCNM), del CSIC y estudiantes.
La excavación coincide con la publicación de un artículo científico sobre las dinámicas de competencia entre homínidos y otros grandes depredadores en el Barranco de la Boella hace un millón de años.
Lo ha publicado «Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology», con Antonio Pineda (becario predoctoral IPHES) y la codirectora de la excavación Palmira Saladié como investigadores responsables.
El artículo constata que homínidos y grandes carnívoros compartieron el espacio en momentos en que los recursos eran abundantes, mostrando al mismo tiempo la capacidad de los primeros de subsistir en momentos de elevada competencia.
Está prevista la publicación de un segundo artículo que analiza una letrina de hienas y los coprolitos encontrados al yacimiento de La Mina de este barranco en campañas anteriores.
La investigación ha permitido caracterizar la morfología, la composición y los contenidos de los coprolitos de hiena y su comparación con una letrina que se recuperó en el nivel TD6.1 de la Gran Dolina (Sierra de Atapuerca, Burgos).