Creu Roja alerta que muchas personas vulnerables no recibirán la jubilación
La entidad reclama a las instituciones públicas «soluciones para garantizar una vejez digna»
La mayoría de personas atendidas en programas de lucha contra la pobreza de la Creu Roja en la demarcación de Tarragona no cumplen los requisitos para recibir la pensión contributiva de jubilación, que exige haber cotizado un mínimo de 15 años (2 de ellos comprendidos en los últimos 15 años antes de la jubilación). Ésta es una de las principales conclusiones del 10º estudio del Observatori de la Creu Roja, La cronificació de la pobresa, un informe que parte de una muestra de 206 personas de la provincia atendidas en programas para personas en situación de extrema vulneración.
Así, en el estudio, presentado ayer por la mañana en la sede de la entidad en Tarragona, se destaca que las personas atendidas en estos programas de entre 50 y 59 años, que se encuentran en su última etapa de la vida laboral, sólo han cotizado por término medio 11 años, mientras que el 16,5% de personas encuestadas en la demarcación no han cotizado nunca. Es por eso, que la Creu Roja pide a las instituciones públicas «soluciones para garantizar una vejez digna a las personas en situación de vulnerabilidad».
Por otra parte, la entidad califica de «preocupante» que más del 18% de encuestados digan no saber si han cotizado o no, «cosa que muestra la necesidad de dar mayor asesoramiento sobre el tema», se añade.
En este sentido, el presidente de la Creu Roja en Tarragona, Ramon Grau, aseguró ayer que «hay que revertir esta tendencia de forma prioritariamente y extremadamente urgente». También recordó que, actualmente, muchas familias dependen de las pensiones de las personas mayores, con las cuales no se podrá contar en el futuro, si no se revierte la situación actual.
El estudio también mide tanto la duración como la intensidad de la pobreza. Con respecto a la duración, el 44,2% de las personas encuestadas sufren pobreza crónica, es decir, desde hace más de tres años. Por eso, la responsable del Observatori, Anna Sabaté, asegura: «Hace unos años hablábamos de recién llegados a la pobreza, ahora ya estamos hablando de crónicos». En cuanto a la intensidad de la pobreza, el estudio concluye que 8 de cada 10 personas encuestadas sufren pobreza grave, con ingresos inferiores a 568,3 euros mensuales.
Todos estos problemas económicos repercuten en las necesidades básicas, por lo cual, un 37,8% de los encuestados no se pueden permitir comer regularmente carne o pescado. Asimismo, seis de cada diez tiene deudas económicas, mientras que el 86% sufre pobreza energética.