El incremento de presos en Mas Enric desborda el juzgado de paz de la Secuita

El Jutjat de Pau de la Secuita, que funciona como agrupación que da servicio a este municipio, pero también a los del Catllar, els Pallaresos, Renau y Perafort, se está desbordando a causa de la gran cantidad de exhortos –actos de comunicación– que recibe la población reclusa. El sindicato UGT denuncia la falta de previsión de la administración de justicia, que podría provocar un conflicto entre las poblaciones de la Secuita y el Catllar.

Los dos funcionarios que trabajan, y uno tercero de refuerzo temporal, no dan abasto para atender a los 11.000 habitantes de las cinco localidades desde que se abrió el centro penitenciario de Mas Enric. Acusan el impacto del gran volumen de gestiones judiciales que genera una prisión. Después del cierre de la Model, el traslado de presos de los centros penitenciarios de Briansy Ponent en el Catllar empezó el mes pasado y continuará el goteo hasta septiembre, cuando la prisión llegará al 81% de su capacidad.

Mas Enric, que se inauguró con los 390 reclusos de la prisión de Tarragona, albergará hasta 800 personas a finales de año. Desde su apertura, la agrupación de la Secuita empezó a recibir exhortos para gestionar los actos de comunicación con los presos –citaciones, notificaciones... – y de la ratio de 4,5 por preso al año que se preveía el año 2016, en realidad se produjeron 8. Según ha denunciado UGT públicamente, «el año 2016 se preveían 1.000 exhortos para 300 reclusos, pero se tramitaron 2.290». El sindicato recuerda que Justicia anunció la creación de un juzgado de paz con las dotaciones adecuadas en el Catllar en el plazo de un año, pero continúan sin noticias de esta oficina.

Desde el sindicato se destaca que los trabajadores dedican dos días a llevar las comunicaciones en la prisión, pero tienen su horario y, fuera de este, se pueden producir exhortos urgentes generados por el juzgado de guardia.