Educación
Cerca de 2.900 estudiantes de la provincia empiezan las pruebas de Selectividad con normalidad
El territorio incorpora un nuevo tribunal especial para alumnos con dislexia o TDAH
El examen de Lengua castellana y literatura ha dado el pistoletazo de salida este martes a las Pruebas de Acceso en la Universidad para 2.881 alumnos del Campo y el Ebro, un 2% menos que el año pasado. Del total, 2.663 son estudiantes de bachillerato, 116 provienen de ciclos formativos y 102 son de matrícula libre. El coordinador de las PAU en la demarcación de Tarragona, Antoni Garcia Español, ha subrayado que el número de alumnos se mantiene estable y que las pruebas han arrancado con puntualidad y sin incidencias destacables. En el Campo de Tarragona hay nueve tribunales en Tarragona ciudad y cuatro en Reus, mientras que en las Tierras del Ebro hay cuatro más, todos en Tortosa. Como novedad en el territorio, este año se ha habilitado un tribunal ordinario especial en el campus Sescelades de Tarragona que ofrece condiciones especiales para casi medio centenar de alumnos con dislexia o TDAH.
Nerviosos y con algunos apuntes en la mano, los alumnos han recogido la documentación a partir de las ocho y media de la mañana y han escuchado las indicaciones de los vigilantes para garantizar un buen funcionamiento de la Selectividad. La importancia de conservar las enganxines identificadoras, la prohibición de llevar encima el teléfono móvil o dispositivos electrónicos, y la obligatoriedad de responder los exámenes en bolígrafos han sido algunos de los consejos que se han dado a los estudiantes. Este año, además, en el Campus Cataluña se ha activado un dispositivo detector de orejeras, con el cual se pueden interceptar posibles transmisiones de información desde el exterior del aula.
En la salida de la primera prueba, la de castellano, la mayoría de alumnos consultados por el ACN han reconocido que el examen había sido más fácil del qué esperaban. «Llegas con muchos nervios y cuando ves el examen te das cuenta de que no es tan difícil», ha explicado Anna Gómez, alumna de la escuela Camp Juliu de l'Arboç. Como ella, su compañera, Míriam Fernández, ha explicado que el examen lo ha encontrado «asequible». Las dos se han mostrado convencidas de que podrán cursar grados de Economía e Ingeniería Biomédica, respectivamente. Su profesora de castellano, Cristina Teló, repasaba con ellas las respuestas del examen. «Pienso que ha sido bastante asequible», ha afirmado la maestra, quien recomienda a sus alumnos que duerman bien, practiquen con los exámenes de años anteriores y, si no están seguros, eviten responder aquellas preguntas que restan puntos.
En general, la mayoría de chicos y chicas se han mostrado bastante satisfechos con los resultados. Pol Roset, del Institut Tarragona, ha explicado que a castellano ha escogido la opción A porque no pedía ninguna pregunta teórica respecto de las tipologías textuales. «Lo llevaba bastante bien preparado y lo he encontrado más fácil de lo que me esperaba», ha reconocido este alumno, que estudiará Bioquímica o Historia en función de la nota que obtenga. Su compañero de instituto Ferran Boada también ha opinado que la Selectividad no es tan difícil como parece, pero que habrá que esperar al jueves. Aquel día, según ha explicado, se jugará la nota con las pruebas de Matemáticas y Física. A pesar de todo, Boada confía en que llegará al nueve y podrá cursar una Ingeniería Informática.
Los nervios siempre pueden jugar una jugarreta, pero buena parte de los alumnos se han mostrado confiados. «Ayer decidí no hacer nada y opté por relajarme en la piscina», ha explicado Marta Álvarez, del colegio Aura de la Canonja. Esta alumna, que quiere cursar Medicina en la UPF -un grado que tuvo una nota de corte de 12,6 el curso pasado- está preocupada por el examen de Biología, porque «incluye mucho temario, es muy meticuloso y descuentan puntos por todo», ha lamentado.
Un nuevo tribunal y estabilización del número de alumnos
El coordinador de las PAU en la demarcación de Tarragona, Antoni Garcia Español, ha destacado la ausencia de incidencias en las primeras horas de la selectividad y la estabilización del número de alumnos. Este año son 2.881 respecto de los 2.942 del curso pasado, aunque este lunes todavía se tramitó alguna matrícula de última hora.
Las pruebas se celebran entre este martes y el jueves, en nueve tribunales en Tarragona (campus Cataluña y campus Sescelades), cuatro en Reus (Facultad de Economía y Empresa, IES Baix Camp e IES Gabriel Ferrater), y cuatro en Tortosa (campus Tierras del Ebro, IES Joaquim Bau e IES Cristòfol Despuig).
Este año, el campus Sescelades dispone, por primera vez, de un tribunal ordinario especial para alumnos con dislexia o TDAH, que cuenta con cerca de una cincuentena de inscritos de toda la demarcación. Según ha explicado Antoni Garcia Español, estos estudiantes tienen dos horas para hacer los exámenes -media hora más que el resto- y, en el caso de los jóvenes disléxicos, se aplican unos criterios de corrección singulares para no perjudicarlos.
Las pruebas tienen dos fases. Una general obligatoria que permite acceder a cualquier universidad y tiene validez indefinida, y una específica, de carácter voluntario, que tiene como finalidad calcular una nota de admisión para cada título de grado concreto de cada universidad. Esta prueba voluntaria sirve para establecer la nota de corte si la oferta de plazas es inferior a la demanda en la opción escogida.
Para superar las PAU se tiene que obtener una nota igual o superior a 5 como resultado de la media ponderada del 60% de la nota media de bachillerato y el 40% de la calificación de esta fase general de las PAU, siempre que esta última sea superior a 4. A su vez, los estudiantes que quieran acceder a Educación Infantil y Educación harán el sábado una prueba de aptitud personal (PAP), que incluye dos exámenes.
Los estudiantes podrán consultar el resultado de las pruebas a partir del día 29 de junio por Internet. Aquellos que no obtengan el resultado deseado podrán presentarse nuevamente a las pruebas que se harán los días 5, 6, y 7 de septiembre.