La mística se apodera de Altafulla en la 17ª edición de la Noche de Brujas
El acontecimiento atrae a un público fiel que ronda a los 10.000 visitantes
Brujas, brujos, gatos negros, magia y tarot han llenado las calles de Altafulla este fin de semana en la 17ª edición de la Noche de Brujas. El acontecimiento recrea un ambiente místico y programa actividades para adultos y niños, desde cuentos explicados por brujas hasta charlas o consultas de tarot y astrología. El coordinador, Diego Spano, ha explicado que la feria intenta transmitir que las brujas, en contra de la idea establecida, «eran buenas y que eran mujeres normales». Un ritual mágico donde se intenta «hacer volar una escoba repitiendo la palabra Altafulla» bajo las órdenes del Mago Nani ha clausurado la Noche de Brujas. El acontecimiento atrae a un público fiel que ronda a los 10.000 visitantes.
Spano ha hecho una valoración muy buena de la edición de este año, que ha coincidido con la verbena de Sant Joan –y que iniciaron con un ritual donde unieron «las energías de los cuatro elementos» con «la tierra de la playa, el agua del mar, el fuego mágico venido del Canigó y el aire de la brisa nocturna». Como novedad, este año la feria ha contado con un espacio reservado para ‘tarotistes’ –venidos de todo el país-, que se han juntado en una plaza, o la presencia de un druida.
Según el coordinador, los visitantes van a Altafulla siendo conscientes de que en esta feria encontrarán lo que quieren: «si quieren tarot, lo encontrarán: si quieren a un vidente también; si quieren a alguien que les limpie el aura, lo» encontrarán, ha apuntado. Todo se completa con una oferta gastronómica, rituales y espectáculos de magia o charlas que llenan cada rincón del núcleo del municipio. La clausura junta un baile de brujas con un ritual donde se intentará hacer volar una escoba, y es que, según explica Spano, «se ha encontrado en un libro muy antiguo que si repetías tres veces 'Altafulla, Altafulla, Altafulla', la escoba empezaba» a «volar».
Según el concejal de Turismo de Altafulla, Pere Gomés, en esta edición se culmina un proceso de 17 años de feria de Noche de Brujas en que se ha conseguido juntar «a los mejores expertos en la materia en Cataluña». Además, considera que la presencia de visitantes está «equilibrada» –entre 9.000 y 10.000 personas visitan la feria- y que el público que se acerca «conoce la materia y sabe a qué viene». Para Altafulla, la Noche de Brujas representa el pistoletazo de salida a la temporada turística y, de hecho, el consistorio apunta que la feria representa un importante impacto económico por comercios y restauración.