Arnau Dols, mejor nota de la Selectividad en Tarragona: «He tenido que renunciar a cosas para sacar esta nota»
Después de haber sacado a un 9,75, duda si matricularse a Medicina a la URV o Matemáticas y Física en la UAB
Arnau Dols es el estudiante que ha sacado mejor nota a la selectividad a la demarcación de Tarragona, un 9,75. Tiene 17 años, ha estudiado al Instituto Antoni Martí i Franquès de Tarragona y vive, de momento, en els Pallaresos. Su futuro todavía es incierto y es que Arnau todavía no tiene claro qué quiere estudiar. Duda entre el Grado de Medicina en la URV, que es su primera opción, y Matemáticas y Física, su segunda opción, que cursaría en la UAB. «Es una suerte que no será por la nota que no entre», ha explicado Arnau, que dice que lo que le hace más ilusión es la beca para el primer año de matrícula. L'Arnau, al lado de sus dos hermanos, ha ido atendiendo varios medios durante la mañana, donde ha afirmado que durante dos años ha tenido que renunciar a salir o hacer deporte –una cosa que cree que no tendría que haber dejado de hacer- para poder sacar esta nota.
Arnau ha explicado que se preparó para la Selectividad las semanas después de acabar bachillerato pero que, para sacar una buena nota, ha estado picando piedra durante dos años. «Para sacar buena nota supongo que es más importante que te molestes al estudiar y aprender lo que te han enseñado durante dos años porque estudiar las tres últimas semanas para un examen que contiene todo el temario no sirve de nada», ha considerado.
Por eso, ha renunciado a salir o a hacer deporte, aunque reconoce que no lo hubiera tenido que dejar de hacer. Con todo, admite que o se dedicaba «de lleno al bachillerato» o no sacaría la nota que ha acabado sacando. «Ha sido muy duro porque durante dos años he estado estudiando o estresándome de tanto estudiar», ha dicho. Ahora, respira tranquilo porque sabe que dependerá de él el acceso al grado que desee y no de la nota de corte. Con un 9,75, puede entrar a todas las opciones que había señalado en la hoja de preferencias.
Arnau conoció el miércoles su nota, que no se esperaba que fuera tan alta. «Me puse contentísimo, porque quería saber si entraba a Matemáticas y Física o no, que es una de las opciones que tengo, y puedo entrar y estoy feliz de la vida», ha afirmado. El grado, que cursaría en la UAB, tuvo una nota de corte del 13,2 el curso pasado. El estudiante ha considerado que la selectividad no ha sido «ni fácil ni difícil»: «normal», aunque hay preguntas con mala intención, ha considerado.
La nota más baja a las pruebas PAU ha sido química, donde ha sacado a un 9. En química ha sacado a un 9,5 y ha llegado al 10 en castellano y en filosofía, una asignatura que está protagonizando las quejas de esta Selectividad, ya que los estudiantes consideran que se los ha puntuado muy bajo. Arnau ha esquivado la polémica, y es que considera que iba «muy preparado» en esta materia gracias a un profesor «muy bueno» que durante el curso los ha examinado con pruebas de un modelo parecido en lo que se presenta a Selectividad. Además, ha explicado que la filosofía le gusta mucho y que incluso ha hecho el Trabajo de Investigación sobre esta asignatura.
Una vez superadas las pruebas de acceso a la universidad y pasados los nervios para conocer la nota, Arnau ha explicado que ahora quiere disfrutar de la familia y los amigos, hacer todo aquello que no ha podido hacer a segundo de bachillerato, descansar mucho, sacarse el carné de coche y, si puede, trabajar como profesor de repaso. Hasta el 3 de julio, también tendrá que dedicar tiempo a pensar qué grado acaba escogiendo porque tiene el corazón dividido entre Matemáticas y Física, y Medicina, un grado en el cual le ve más salidas profesionales. Además, ha explicado que si acaba cursando Medicina, lo podrá hacer a la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de Reus (URV), pudiendo estar cerca de la familia pero lejos de sus amigos de instituto, que se marchan mayoritariamente a Barcelona. «Tarde o temprano lo tendremos que superar y la vida continúa», ha añadido Arnau, que espera no perder el contacto con sus compañeros. Sin embargo, si acaba escogiendo Matemáticas y Física, se tendrá que marchar a vivir en Barcelona.