Buscar las raíces familiares durante las vacaciones, la nueva tendencia turística
Cada vez más gente se interesa por sus orígenes y aprovechan el periodo vacacional para visitar los municipios de los antepasados y sus archivos
Quién más quién menos quiere conocer sus orígenes, de dónde proviene su familia e, incluso, visitar el pueblo de sus antepasados, una práctica que, poco a poco, se va extendiendo hasta configurar lo que ya se denomina turismo genealógico, una nueva modalidad de vacaciones para buscar las raíces familiares. Un ejemplo es el de Josep Maria Teixell Aguilà, de 50 años. Natural de Reus, actualmente vive en Vilanova i la Geltrú y, siete años atrás, decidió empezar a dibujar su propio árbol genealógico. «Tenía curiosidad por saber los orígenes de la familia, los pueblos de dónde venimos y quiénes eran», explica Teixell.
Su punto de partida era la información en lo referente a la familia de Reus, de la cual disponía de los documentos que sus padres tenían en casa sobre nacimientos y defunciones. Pero Josep Maria Teixell quería ir más allá, así que se desplazó hasta Riba-roja d'Ebre (de dónde era la familia materna) y a Falset (por la parte paterna) para seguir el hilo conductor. En el caso de Falset, consultó la documentación disponible en el Registro Civil, mientras que en Riba-roja, se desplazó hasta el ayuntamiento y a la iglesia con el fin de consultar el registro eclesiástico.
Fruto de esta investigación, Teixell consiguió información hasta siete generaciones atrás, pero eso sí, con algunas dificultades, y es que tal como narra: «La iglesia fue el lugar más difícil, y es que primero tuve que llamar a Tarragona para conseguir el permiso para poder consultar los documentos. Eso se debe a una nueva ley que prohíbe tocar los papeles con más de 100 años. Tampoco se pueden hacer fotografías, sólo se puede consultar y apuntar la información».
Han pasado siete años que Teixell inició la búsqueda y ahora, se plantea reanudar el trabajo y, en esta ocasión, indagar por Falset, de donde extrajo menos información. «Pondré el punto final cuando no encuentre más información», concluye.
Expertos que ponen rumbo
La dificultad en seguir la pista de generaciones pasadas a través de documentos y archivos a los cuales en ocasiones es difícil acceder hizo que, cuatro años atrás, Mireia Nieto, Experta Universitaria en Genealogía y Archivos por la Universidad de Córdoba, iniciara un proyecto para ayudar a interesados en descubrir sus raíces. «Con esta búsqueda, la persona puede comprender mejor su historia y entender el comportamiento de la gente que lo rodea», explica Nieto, que afirma que este «reencuentro» permite «sentirse mejor con la propia identidad».
Para iniciar el estudio, lo primero que necesita la genealogista es que el interesado explique todo aquello que sepa de su familia y, a partir de esta información, Nieto hace un rastreo exhaustivo de registros civiles, hemerotecas y todo tipo de documentos notariales. «Es un proyecto discontinuo que acostumbra a durar entre 2 y 3 meses y en el cual se pueden llegar hasta cinco generaciones atrás, dependiendo de la información que haya al respecto», asegura. Pero eso sí, «es necesario que haya algún punto de partida para tirar del hilo», y es que «sin una referencia temporal y física, es imposible».
En el caso tarraconense, Nieto destaca una dificultad añadida: la desaparición de documentos por la quema de iglesias durante la Guerra Civil. «En Tarragona, este hecho fue muy destacado, y eso repercute negativamente en la búsqueda», dice. A pesar de todo, destaca el «gran trabajo» realizado en el Arxiu Diocesà de Tarragona en las tareas de digitalización de documentos a través de micromecenazgo.
Entre los proyectos en los cuales ha trabajado, ha tenido clientes de todo el mundo, desde familias catalanas, a españolas, sudamericanas e, incluso, una de Israel con raíces familiares en Alforja y Reus. Mireia Nieto, sin embargo, no tan sólo se dedica a hacer búsqueda, sino que también hace divulgación, «para que todo el mundo conozca la genealogía y poder despertar su curiosidad por las raíces», añade. Justamente, la curiosidad fue el factor que llevó a Mireia Nieto a adentrarse en este mundo. La primera búsqueda fue la de su propia familia y, posteriormente, se planteó poner a la disposición de todo el mundo la geneologia a través de su proyecto: Tataranietos.