Sucesos
La policía impide la creación de un laboratorio para fabricar cocaína en Tarragona
Cae una banda dedicada al tráfico de drogas por todo el país
La Policía Nacional ha desarticulado un grupo criminal formado por nueve personas, siete colombianos y dos españoles entre 20 y 51 años, especializado en la elaboración y distribución de cocaína tanto en Aragón como en Cataluña en el marco de la Operación Hispania. Con los productos confiscados al grupo criminal se podrían haber llegado a producir más de 120 kilos de cocaína por un valor aproximado de unos tres millones de euros.
Además de las detenciones han confiscado 2.300 gramos de cocaína, 32 kilos de pasta base de cocaína, 2.400 litros de productos químicos entre impulsores y precursores, más de 8.000 euros en metálico, así como tres vehículos y un ciclomotor y otros utensilios, según ha explicado el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde. También se han efectuado registros en cuatro pisos de Zaragoza capital, en los barrios rurales zaragozanos de La Joyosa y Marlofa y en Utebo (Zaragoza), así como en Riudoms y en Sant Boi de Llobregat y Montcada i Reixac (Vallès Occidental).
Los responsables policiales han resaltado la importancia de esta operación por haber conseguido una de las incautaciones más importantes de pasta base de cocaína en España, un hecho poco habitual, ya que han apuntado que normalmente ya llega elaborada, así como por haber frustrado la instalación de un laboratorio para fabricar cocaína para el consumo en un chalet cerca de Tarragona.
El origen de las actuales detenciones es la operación Marthe que la Policía Nacional culminó el año 2013 con la desarticulación del clan colombiano de Los Zapata y algunos del cual ha vuelto a ser detenido en esta nueva actuación. En aquella ocasión se detuvo a 12 personas y se intervinieron 21 kilos de cocaína, además de desmantelar un laboratorio de elaboración de este estupefaciente a partir de coca base en la localidad tarraconense de Vila-seca.
Las investigaciones para las actuales detenciones se iniciaron el mes de enero pasado del presente año cuando se tuvo conocimiento que el clan de Los Zapata se había reestructurado. Los miembros que estaban en libertad habían reanudado la actividad y estaban proveyendo de cocaína a traficantes de menor envergadura de la capital aragonesa.
Por este motivo se inició la Operación Hispania, que permitió relacionar inicialmente la nueva puesta en marcha del clan investigado con informaciones de las cuales se tuvo conocimiento en el año 2016 sobre una organización colombiana dedicada al tráfico de cocaína a gran escala. La mencionada organización estaba intentando asentar su base de operaciones en la ciudad de Zaragoza, pudiendo estar incluso alquilando pisos de seguridad para esta finalidad.
En un primer momento las indagaciones se centraron en un ciudadano colombiano que era el enlace entre los traficantes de Zaragoza y la cúpula de la organización establecida en Cataluña. La investigación fue avanzando y se consiguió la identificación del resto de los miembros del grupo criminal, tanto los establecidos en Zaragoza, dedicados a la distribución directa al consumidor de la droga, como de los proveedores de la misma.
Fruto de la investigación, el mes de junio pasado se detectó que la organización había recibido un envío de lo que en un principio parecían ser muebles pertenecientes a una mudanza ordinaria. Se observó que los bienes eran cambiados de sitio de forma frecuente y se los ocultaba en varios trasteros, lo cual despertó las sospechas de los investigadores.
Por eso, el mes de junio pasado se procedió a la incautación de tres sofás en un almacén de la localidad de Riudoms. Dentro de estos, en el interior de unos travesaños que formaban parte de la carcasa del apoyo|soporte de los muebles, se encontró la pasta base de coca.
Inmediatamente después, en un trastero de una empresa de alquiler de trasteros de la localidad de Sant Boi de Llobregat (Baix Llobregat), confiscaron los productos químicos (precursores) necesarios para la elaboración del clorhidrato de cocaína a partir de la pasta base de coca, eso es 1.575 litros de metilo etilo cetona (63 garrafas), 775 litros de hexà (31 garrafas) y 16 litros de ácido clorhídrico (16 puedes). Estos productos químicos eran adquiridos en Zaragoza por un miembro de la organización que les conseguía aprovechándose de la cobertura que le daba trabajar en una lavandería.
También han destacado la organización desarticulada contaba con un alto grado de especialización, abrazando su estructura desde los proveedores de la droga, pasando por los responsables de su transporte en la ciudad de Zaragoza hasta los distribuidores a los consumidores finales.
De hecho, la organización contaba con una serie de vehículos que presentaban habitáculos muy sofisticados practicados en los mismos, situados en el lugar del cojín de seguridad del copiloto o tras la radio, a los cuales se accedía mediante el accionamiento simultáneo de varios botones del vehículo.