El top manta 'llena' el vacío|hueco comercial en el paseo de Coma-ruga

Martes, nueve de la noche. El paseo marítimo de Coma-ruga ya se ha convertido en un mercadillo improvisado del top manta. Bolsos, zapatillas deportivas –supuestamente de marca y con toda certeza falsas–, camisetas, y todo tipo de accesorios se muestran a los clientes potenciales encima de sábanas a primera línea de mar.

Los vendedores de top manta empezaron tímidamente a ocupar el paseo de Coma-ruga los festivos de Semana Santa. Desde el pasado mes de abril, los vendedores ilegales empezaban a hacer incursiones a la zona, algo que algunos vecinos y comerciantes veían como la antesala de un verano sin freno. No ha habido que esperar ni a la temporada alta, ni al fin de semana. El martes pasado, un buen puñado de vendedores de top manta ofrecían sus productos a la altura de la fachada de mar del Hotel Europe.

«Hay gente a quien le molesta su presencia, pero creo que se tiene que buscar una solución adecuada para estas personas. Sin embargo, a otros vecinos no les molesta. Lo cierto es que, en Coma-ruga, no hay muchos comercios, no hay tiendas de proximidad y, además, la zona tiene otros problemas, hay mucha dejadez», explica Miquel Jiménez, miembro de la Agrupación Vecinal de Coma-ruga.

Los vendedores del top manta empiezan a ocupar sitio en el paseo hacia la noche. «Muchos llegan en tren, a la estación del Vendrell. Por otra parte, algunos venden zapatillas, supongo que alguien debe venir en furgoneta para poder ofrecer números a los posibles clientes», añade.

Si viene desde otras comarcas, como el Baix Camp, los cuerpos policiales se vanaglorian de haber reducido este fenómeno, lo cierto es que parece que ninguna medida consigue erradicar esta actividad, en todo caso, esta se muda a otras zonas donde la presión policial es menor.

Conviene recordar que ya el pasado mes de abril, el mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, aseguraba que se seguiría trabajando de forma coordinada con otros cuerpos policiales contra el top manta, pero que no se podrían garantizar «recursos ilimitados», dejando claro que no se restarían efectivos que se dedican a la prevención del terrorismo para combatir este fenómeno de venta ilegal en la Costa Daurada.