El Cavall dels Nebot ya es a punto de galopar
El nuevo elemento del séquito de Riudoms bailará por primera vez este próximo fin de semana
El pasado sábado 8 de julio se presentó en Riudoms el Cavall dels Nebot, el nuevo elemento festivo que, a partir de este mismo fin de semana, se incorporará a su séquito.
Se trata de una bestia de dimensiones excepcionales, obra del escultor y joyero tarraconense Joan Serramià. Sus medidas son 4,5 metros del suelo a las orejas, 5,5 metros de la cola al morro, y 1,80 metros de anchura. Se trata del primer caballo de estas medidas que se recupera en Cataluña.
El proyecto tomó como referencia el Cheval Bayard de la población valona de Ath, en Bélgica, que actúa anualmente en la festividad de la Ducasse, celebración ya documentada en tiempos medievales. «Cuando vi los vídeos de aquel caballo me animé mucho, porque cuando sale es todo un espectáculo», explica Serramià. El escultor admite, sin embargo, que el proceso de diseño y construcción lo ha dejado agotado, ya que se ha llevado a cabo en un tiempo récord: «Empezamos al principio de abril y hemos trabajado contra reloj. Hemos hecho justo por los pelos. Si el trabajo se hubiera complicado un poco, habríamos ido mal».
La construcción de un animal de estas características ya es laboriosa, pero si, además, se añaden las dimensiones de la bestia riudomenca, se vuelve casi colosal. «El proceso es muy parecido al de las esculturas. Primero hicimos al modelo original, a medida real, con barro. Eso requería unas estructuras de madera para aguantarlo. Después sacamos los moldes de escayola, pero como el caballo es tan grande, lo tuvimos que fragmentar en muchas piezas diferentes, como si fuera un puzzle. Aquellos moldes se llenaron con fibra de vidrio y después les fuimos soldando trozo a trozo», detalla Serramià, que tuvo la ayuda de Xavi Fernández.
Los últimos complementos también se miraron al detalle, hasta el punto que, por ejemplo, la cola y la crin están hechas con pelo naturales de caballo.
Una vez acabado el trabajo, el escultor tarraconense declara sentirse muy satisfecho pero también muy cansado: «Estaré más contento dentro de unos años, cuando vea que el Caballo ha arraigado en la tradición de Riudoms. Entonces es cuando te olvidas de que lo has hecho tú, y lo ves como una cosa que no es tuya, como un hijo que se independiza».
El animal está inspirado en la historia de los hijos ilustres del municipio, los hermanos Nebot, miembros de una estirpe de militares conocidos por su participación en la Guerra de Sucesión dando apoyo al archiduque Carlos de Austria enfrente de los ejércitos Borbones. Los Nebot vivieron en la casa que hoy es conocida como Cal Gallissà, donde todavía se conserva el escudo de armas de piedra en la fachada.
A pesar de que los riudomencs y riudomenques ya han podido ver el Cavall dels Nebot, no será hasta este próximo fin de semana, por la Fiesta Mayor de Sant Jaume, cuando la nueva bestia bailará en el municipio. Para hacerlo mover se precisan once personas, y hoy por hoy el grupo de portadores ya es bastante numeroso.