Cierran la mitad de prostíbulos en el Camp de Tarragona en cuatro años
Menos presencia de prostitutas que ejercen en los arcenes de las carreteras tarraconenses mientras prolifera el número de pisos donde se ofrecen servicios sexuales
Los prostíbulos en el Camp de Tarragona se han reducido a la mitad en los últimos cuatro años. Según datos facilitados por los Mossos d'Esquadra a ACN, de los trece locales que había en el 2013 se ha pasado a los siete actualmente abiertos. Como consecuencia, el número de prostitutas identificadas por la policía catalana también ha descendido en un 50%. Los Mossos han identificado a un total de 77 chicas en el primer semestre de este año, en comparación con las 155 que tenía registradas el año 2013. Con respecto al número de prostitutas que ejercen en los arcenes de las carreteras tarraconenses, también ha disminuido en los últimos meses. Si bien en este caso no se dispone de un censo de las chicas, desde Mossos se confirma esta tendencia a la baja. Por otra parte, proliferan el número de pisos en el territorio donde se ofrecen servicios sexuales.
«Cada vez se ven menos personas ejerciendo la prostitución en la calle; desde la policía se ha hecho acción especialmente a las carreteras», ha afirmado el jefe de los Mossos d'Esquadra en la región policial del Camp de Tarragona, David Boneta. La policía catalana atribuye este descenso al efecto disuasivo que ha causado la nueva ley 4/2015 de protección de la seguridad ciudadana, que permite multar, como infracción grave, aquellas conductas que, «por el lugar en que se realizan, pueden generar un riesgo para la seguridad vial».
Si bien este artículo no se ha tenido que aplicar a las carreteras tarraconenses y los Mossos no han actuado contra clientes de prostitución -sólo se ha impuesto una única multa a un cliente en Cambrils en los últimos dos años-, la presencia policial y la conocida como ley mordaza han hecho disminuir la presencia de prostitutas. La clave también ha sido, según Boneta, poner el foco encima de los grupos de proxenetas que hay detrás de las chicas, a las cuales extorsionan para quedarse con las ganancias que obtienen de la prostitución.
Si la prostitución en las carreteras y en los locales va la baja, en los pisos va al alza. El comisario cree que uno de los factores que justifican este cambio es por «la dificultad que tiene la policía de actuar en un piso, ya que la prostitución por sí sola no está penalizada, pero sí que podemos cuando hay unas personas que se aprovechan de otras que ejercen la prostitución», ha dicho. El pisos se acostumbran a concentrar en poblaciones grandes, sobre todo en lugares turísticos. «Va en función de donde haya más movimiento de personas», ha concluido.