La 'monstrua' lleva la 'marcha' a las Noches Doradas de Salou
Los fans llenaron las gradas de de la plaza de las Comunitats Autònomes el sábado por la noche para ver en directo a Rosario Flores
«¡Salou, no olvidarse de mí eh!». Así se despedia Rosario Flores del público que minutos antes había bailado y cantando a pleno pulmón, junto con ella, la canción No Dudaría, en homenaje a su hermano Antonio Flores, que sirvió para poner punto y final a una hora y media de concierto donde la pequeña de los hermanos Flores no paró de bailar, 'zapatear' y llenar el escenario con su arte.
El escenario ubicado en la plaza de las Comunitats Autònomes de Salou, en el paseo Jaume I, acogió, el sábado por la noche, el concierto de 'la monstrua' en el marco de las Nits Daurades. Más de media hora antes de la apertura de puertas del recinto, la cola que había en la entrada era de muchos metros de longitud. Centenares de fans de la música de la hija menor de la Faraona, esperaban ansiosos para escuchar los temas más míticos de Rosario, y también algunas de las canciones de su nuevo álbum, Gloria de Ti, y que da nombre a su gira actual.
El inicio del concierto, programado para las 22 horas, se hizo esperar. El público llenaba prácticamente toda la platea y gradería, y se notaban en el aire las ganas de flamenco y rumba. Al cabo de unos 30 minutos de espera, los siete músicos que acompañan a Rosario salieron al escenario y la música empezó a sonar. Seguidamente, Rosario apareció entre gritos de «guapa» del público, que no paró de animarla y felicitarla hasta el final. Pura energía, Rosario llenó el escenario en todo momento como quien más. Moviéndose de un lado a otro, manos arriba y 'zapateao' con las altas botas que llevaba. Tampoco faltó el mítico movimiento de piernas de la pequeña de los Flores, abriéndolas y cerrándolas a toda velocidad.
El público pudo disfrutar de las canciones más nuevas incluidas al disco Gloria a Ti (2016), como Y Sin Darme Cuenta y Gloria a Ti. No faltó la rumba catalana «como cantaba Pescaílla», con la canción En el Son del Tambor, en recuerdo a su padre, el catalán Antonio González 'Pescaílla', y Muchas Flores, con la mítica frase de «marcha, marcha, queremos marcha.» Y es que Flores realizó pequeños homenajes a los «tres ángeles que tengo allí arriba»: además de su padre, también a su madre Lola Flores con Ay Mamasota, incluida en su último álbum, y a su hermano Antonio Flores, con No Dudaría, que sirvió para poner punto y final al concierto.
El público fue de menos a más: a medida que el espectáculo avanzaba, se iba animando más y más. Con No Dudaría, el estallido de alegría, música, y baile fue inevitable. Todo el mundo se levantó de su silla para cantar y acompañar a Flores y a los músicos durante la canción, que cerró el concierto de la mejor manera posible. Después del saludo final, los fans se acercaron al escenario para despedirse de Rosario, que no dudó en agacharse para dar las manos a todo el mundo que la felicitaba y le agradecía el espectáculo que acababan de presenciar en Salou.