Palas de aerogeneradores, un residuo emergente que también necesita reciclaje
Una pala averiada procedente de Tarragona servirá para probar un nuevo sistema de tratamiento
Cerca de 4.500 palas utilizadas en los aerogeneradores españoles «dejarán de ser aptos» en los próximos 8 años y será preciso reciclarlas al caer en desuso, ya que el 60% del parque eólico español se encuentra «en la segunda mitad de su vida útil».
Así lo ha asegurado el director de seguridad, salud y sostenibilidad de Energías De Portugal Renovables (EDPR), Javier Díaz, compañía lusitana que opera en el campo de las energías renovables y también con presencia en España, donde el 60% del parque eólico se encuentra «en la segunda mitad de su vida útil, calculada entre 20 y 25 años.»
La energía eólica ha sido una de las principales apuestas españolas en el sector de las renovables desde el 2000: a 31 de diciembre de 2016, contaba con 23.026 MW de potencia instalada y, después de la nuclear, fue la segunda energía que más contribuyó el año pasado al sistema eléctrico con una producción de 47.319 GWh, según datos de la Asociación Empresarial Eólica.
La intensa actividad de los parques eólicos españoles ha creado un tipo de residuo «emergente», las palas de los aerogeneradores, motivo por el cual EDPR empezará a utilizar una tecnología destinada a «reciclar las que han llegado al final de su vida útil» y disminuir así todavía más el impacto medioambiental de la eólica.
Se trata del sistema R3fiber, un proceso desarrollado por Thermal Recycling of Composites -filial del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) destinada a diseñar tecnologías de reciclaje de materiales compuestos- que ha sido puesto a punto por el grupo dirigido por Félix López Gómez en el Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas y se basa en un proceso de transformación termoquímica.
Así, «las resinas de las palas se transforman en combustibles líquidos y gases combustibles y podemos obtener fibras de vidrio o de carbono, que pueden reutilizarse como, por ejemplo, para confeccionar sillas u otro tipo de mobiliario,» ha señalado.
Aunque en principio «no existen limitaciones en el aprovechamiento de materiales reciclados ni en la gestión del material», Díaz ha reconocido que «su destino, sin una legislación que lo defina en la actualidad, hará falta buscarla en almacenes y depósitos» en los alrededores de los parques eólicos.
En este momento, España ocupa la cuarta posición a nivel mundial después de China, los Estados Unidos y Alemania, y representa el segundo mercado mayor para EDPR, después del norteamericano.
La gestión ambiental de las palas de los aerogeneradores empezará con una pieza averiada procedente de un parque eólico de la provincia de Tarragona, ya que el sistema R3fiber puede aplicarse también en las que han sufrido algún tipo de daño y han quedado inservibles para su uso.
El director de seguridad, salud y sostenibilidad de EDPR ha destacado como ventaja adicional de este proceso de reciclaje el hecho de que no produce más residuos.
La actividad habitual de los aerogeneradores crea otros rechazos como acero, cobre o aceites pero «todos ellos disponen de una tecnología de reciclaje mucho más madura», motivo por el cual Díaz define el reciclaje de las palas como «el reto» más importante de su industria.