La Plataforma por el Río Siurana presenta una queja contra la Generalitat y el ACA al Síndic de Greuges
La queja trasladada al Síndic denuncia que el transvassament puede incurrir en un «delito ambiental»
Exigen que se trasvase menos agua del río Siurana en el embalse de Riudecanyes
La Plataforma por el Río Siurana ha presentado una queja al Síndico de Grueges denunciando la gestión que hace la Generalitat y el ACA del agua del río Siurana, mediante el pantano de Siurana y el azud de la Venta d'en Pubill.
La entidad denuncia cómo se está realizando el trasvase del agua del río Siurana (Conca de l'Ebre) en la riera de Riudecanyes dado que «deja el río seco una buena parte del año». La queja traslada al Síndic que considera que «se está atentando contra sus valores, al ser un espacio protegido por la legislación se puede convertir en delito ambiental».
Vecinos de esta comarca, reunidos bajo esta entidad, aseguran que el agua del pantano de Siurana desviada en la riera de Riudecanyes se destina mayoritariamente a usos industriales y de ocio -no previstos en la concesión inicial. Precisamente este verano algunos pueblos del Priorat se quejaban de problemas de sequía por culpa de este trasvase de agua de la cuenca del Siurana hacia el territorio del Baix Camp y el Tarragonès.
La plataforma apunta también que «la gestión no respeta las directrices para la gestión de los espacios de la Red Naturaleza 2000» y trasladan una serie de dudas en el organismo sobre la legalidad del trasvase de cuenca. Apuntan que «dudamos de la legalidad del convenio del TOPOGRAPO en lo que algunos representando de la cuenca renuncian en los derechos de agua de toda la cuenca, en favor de la Comunidad de Regantes del pantano de Riudecanyes». La queja también pone en duda la «transparencia» y la «parcialidad» de la información que se facilita al respecto por parte del ACA como de la Comunidad de Regantes de Riudecanyes.
El Siurana es un río de régimen mediterráneo, que en su estado natural prácticamente nunca bajaría seco. El trasvase de cuenca, aguas abajo del pantano de Siurana, comporta que durante varios meses al año el río baje seco y sobre todo, que, según indica la entidad, hace que «se altere el régimen de avenidas que permitiría garantizar la funcionalidad hídrica de la cuenca durante todo el año».