Fomento electrificará la línea del Corredor Mediterráneo el día 20

El próximo 20 de noviembre la nueva línea ferroviaria del Corredor Mediterráneo, entre Vandellòs y Tarragona, se dotará de tensión eléctrica. Este es el paso previo para poner en fase de pruebas la nueva línea, hecho que se producirá a principios del próximo año, según anunció el Ministerio de Fomento.

Según informaba el Ministerio de Fomento, Adif Alta Velocitat electrificará a 3.000 y a 25.000 vatios la línea aérea de contacto (catenaria) y los sistemas asociados en una longitud de 56,5 kilómetros al su paso por los términos municipales de Vandellòs i l'Hospitalet de l'Infant, Mont-roig del Camp, Vinyols i Els Arcs, Cambrils, Vila-seca, Reus, Constantí, els Pallaresos, Perafort, el Morell, Vilallonga del Camp, Alcover y la Secuita. La electrificación de la línea es uno de los pasos previos a la puesta en marcha de esta infraestructura, la cual supondrá una inversión de 650 millones de euros.

Sin embargo, Fomento ha confirmado que, con la finalización de las obras –prevista para finales de este año– se podrá empezar con el periodo de pruebas. Conviene recordar que su definitiva puesta en marcha supondrá eliminar el actual trazado en vía única de la vía del tren al tramo sur de Tarragona.

Por otra parte, después de anunciar que, a diferencia del tramo entre Valencia-Castellón, donde ya se está construyendo una segunda plataforma ferroviaria para la alta velocidad, la conexión entre Castellón y Vandellòs del corredor aprovecharía el actual de ancho ibérico, el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, afianzaba esta decisión con cifras que justificarían un bajo grado de utilización previsto de la vía. Según precisó, en estos momentos, el actual doble vía de ancho ibérico de este tramo tiene un grado de uso del 17% y, en el futuro, no superaría el 26%, según las proyecciones hechas por el Ministerio. «Hacer una nueva vía supondría, para 141 kilómetros, más de 2.000 o 2.500 millones de euros para reducir menos de diez minutos y tener dos plataformas vacías la mayoría del tiempo: eso lo es todo menos eficiente», decía, en respuesta a las dudas y reclamaciones que genera la última opción escogida por el gobierno español.

La forma de finalizar el largo proceso de construcción del Corredor Mediterráneo –lleno de indecisiones y rectificaciones por parte de diferentes gobiernos españoles– sigue generando preocupación entre actores socioeconómicos de los territorios que atraviesa.