La Escuela Santa Maria del Mar celebra 50 años formando salouenses
El centro, decano de la enseñanza pública en Salou, inicia un amplio programa de actos por su aniversario
Abuelos de antiguos alumnos de la Escuela Santa Maria del Mar y los salouenses de más edad recuerdan que el año 1937, en Salou –entonces Vila-seca-Salou-, ya había una escuela. Sin embargo, se tenía que escoger una fecha fundacional para el centro decano en la enseñanza pública en el municipio y se escogió en 1967, año en que están fechados los documentos más antiguos que se conservan de la escuela.
La Escuela Santa Maria del Mar de Salou empezaba este jueves todo un amplio programa de actos para celebrar su medio siglo formando generaciones enteras de salouenses. El arranque se producía con un acto institucional con la presencia de representantes de la comunidad educativa del pasado y del presente del centro, del departamento de Enseñanza y del Ayuntamiento de Salou.
Después de descubrir una placa conmemorativa, se inauguraba una muestra fotográfica que se podrá visitar a lo largo del curso en el vestíbulo de la escuela y que sirve como puerta de entrada del programa de actos que se prolongará hasta junio.
«Es una escuela llena de recuerdos, llena de ilusiones, llena de vivencias que todos hemos ido llenando con el paso del tiempo. Seguro que todos tenemos algún recuerdo que siempre nos hace sacar una sonrisa o alguna anécdota que explicamos a nuestros hijos. Tenemos ganas de rememorar aquellos buenos recuerdos», decía este jueves el actual director del centro, Carles Gené, durante el acto.
La antigua Escuela Nacional
El crecimiento de la Escuela Santa Maria del Mar a lo largo de las últimas cinco décadas son el reflejo de la evolución de la capital de la Costa Daurada. El colegio se ha tenido que adaptar al aumento exponencial de la población y ha asistido al nacimiento de nuevas escuelas públicas.
La que originariamente se llamaba Escuela Nacional Graduada se ubicaba –en 1967– en unos pisos de la calle Barcelona, donde niños y niñas estaban segregados en las aulas. El uso de estos pisos se combinó con el nuevo edificio que se construyó después en la calle València. A finales de la década de los 60, se inauguró el primer edificio en los actuales terrenos, junto a la calle Ciutat de Reus. La transición democrática trajo uno nuevo al colegio, que pasó a llamarse Colegio Nacional Mixto Santa Maria del Mar.
Se construyó la primera fase del actual edificio, pero el boom demográfico obligaba a dar cabida a los nuevos salouenses y, en 1978, se tuvo que buscar una solución de urgencia: se habilitaron dos aulas en los locales de un edificio de la Vía Roma y seis más en la calle Barcelona.
La escuela tuvo que encajar más embates demográficos de la joven población salouense. La segunda fase se construyó a mediados de los años 80, pero no fue suficiente para dar acogida a los alumnos y, en el 2000, se instalaron módulos prefabricados.
«La última modificación de la escuela se ha realizado este año, cuando se han incorporado al edificio central las aulas de P4 y P5, dejando las auxiliares en la fase más antigua de la escuela», explica Gené.
Una «vieja» escuela moderna
La multiculturalidad de Salou tiene su réplica en el patio de esta escuela. «En el patio se habla catalán, castellano, francés, inglés, chino, ruso, wolof (lengua del Senegal), entre otros idiomas... Y es espectacular ver qué sucede cuando llega un niño nuevo a la escuela, los maestros no tienen que hacer ningún esfuerzo extraordinario, los mismos alumnos se ocupan», dice Gené, quién destaca que la diversidad, lejos de ser un problema, en el Santa Maria del Mar, es un valor añadido.
El colegio no sólo es un ejemplo de integración de la población recién llegada, la «vieja» escuela de Salou está plenamente sumergida en el siglo XXI: ha apostado fuerte por las nuevas tecnologías, ha introducido la robótica a las aulas de educación infantil y forma parte de la red para un sistema educativo adelantado Escuela Nueva 21.
«Este curso pusimos en marcha el programa ‘Repensamos nuestro patio’ e introdujimos baúles con objetos y juegos para ofrecer alternativas a los juegos de pelota, que se han limitado. Proponemos otras actividades diferentes del clásico fútbol en el patio. Los alumnos hacen un programa de radio en el cual participan los alumnos de primaria semanalmente y, todo, ha tenido una buena acogida», pone como ejemplo de modernización Gené.