El tramo de la avenida Carles Buigas será zona de peatones definitivamente
El Ayuntamiento estudia la posibilidad de restringir el tráfico de forma parcial a más calles y la creación de parkings disuasivos
El tramo de la avenida Carles Buigas que se convirtió en una zona de peatones a principios de este verano no volverá a abrirse al tráfico. El que tenía que ser una prueba piloto durante los meses estivales ha sido todo un éxito, según el alcalde de Salou, Pere Granados, quien asegura que la medida ha supuesto una mejora en la calidad de vida para los residentes y turistas que viven allí o pasan el verano, pero también para los establecimientos comerciales de la zona.
El próximo mes de enero se llevará a cabo una reunión de participación ciudadana en la cual se recogerá la opinión de diferentes sectores para decidir de qué manera se ejecutará esta zona de peatones de forma permanente. Para delimitar la zona, durante el mes de junio se pintaron grandes círculos amarillos en el pavimento y se instalaron bidones. Esta estética se suavizará.
«El que tenemos que tener en cuenta el aspecto funcional. En ciudades europeas, pero también en grandes metrópolis como Nueva York, se hacen zonas de peatones rápidos y que se puedan revertir en momentos puntuales. Horas de ahora, la estética no variará mucho, porque hay un proyecto más general de renovar la zona turística,» explicaba el alcalde de Salou, Pere Granados. De hecho, el Ayuntamiento estudiará la posibilidad de convertir otros espacios o calles de los municipios en zonas de peatones en horas concretas.
«Si queremos ganar calidad de vida, tenemos que reducir el espacio de tránsito rodado por horas. Lo que queremos es aligerar|aliviar el interior del municipio de vehículos. Si tienes una ciudad de calidad, tienes un destino de calidad», destaca al alcalde. Con este mismo objetivo, el departamento de Urbanismo está analizando también la creación de parkings disuasivos en los accesos del municipio, tal como ya han hecho otras ciudades. Se trata, como en el caso de Tarragona –dónde ya se han puesto en marcha– de grandes zonas de aparcamiento a un precio asequible en las entradas en la ciudad, pero a una distancia que permite acceder a pie a los centros más concurridos. Todo dependerá de las recomendaciones del plan|plano de movilidad urbana de la ciudad.
Con respecto a las quejas que el corte|trozo de tráfico de un tramo de la avenida Carles Buigas ha suscitado entre algunos de los residentes de la calle Murillo –por donde se desvían parte de los vehículos que bajan por el tramo todavía abierto de la vía– al alcalde recuerda que «los cambios siempre generan algunos problemas», pero que el balance de esta prueba piloto es satisfactorio.
Señalización efímera
El proyecto para convertir en zona de peatones el tramo de la avenida Carles Buigas –entre la calle Murillo y la calle Saragossa- empezó el mes de mayo pasado cuando el Ayuntamiento envió una circular informativa sobre los cambios a los vecinos y empresarios afectados por los trabajos que empezarían pronto. En total, se cortaba al tráfico una superficie de medio kilómetro de esta calle que presenta una alta densidad de comercios y establecimientos de restauración. La avenida Carles Buigas es, de hecho, una de las principales arterias de la zona turística y la entrada en la zona de ocio de la capital de la Costa Daurada.
Para uniformar el pavimento y señalizar el espacio en que se da prioridad a los peatones se pintaron grandes círculos amarillos en el suelo y se delimitó con bidones amarillos. Se instaló también un hilo de alumbrado.
Por otra parte, se reubicaron los aparcamientos para bicicletas y las dos paradas de autobús se trasladaron a calles próximas. Para compensar la pérdida de zonas de aparcamiento, se habilitaron nuevas plazas de zona azul en la calle de Barbastro. Se cambiaron también las baterías de contenedores y, durante todo el verano y hasta ahora, también se han limitado las horas de carga y descarga.