Tarragona hace 205 años que espera que le toque el Gordo de Navidad
La situación política se notó en el número de ventas a en octubre y en noviembre, pero la cifra global es similar a la de otros años
Un año más, y ya son 205, Tarragona busca ser agraciada con el Gordo de Navidad en el sorteo de mañana, el viernes. El primer premio nunca ha tocado en las comarcas tarraconenses, mala suerte que
comparten con las provincias de Ávila y Zamora, y la ciudad autónoma de Melilla. Para el sorteo del 2017, la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado ha enviado a los puntos de venta tarraconenses 179.555 billetes (2.208.860 en Cataluña), con una consignación por valor de 36 y 442 millones de euros, respectivamente, mientras que, en el conjunto del Estado, se han puesto en venta 17 millones de billetes por|para un valor de 3.400 millones de euros.
Aunque el primer premio siempre ha esquivado las comarcas de Tarragona, en el sorteo del año pasado la suerte hizo parada, ya que fueron agraciadas con parte de varios premios. El más repartido fue un segundo premio, correspondiente al número 04.536, del cual se vendió una serie entera en Salou, 4 décimos en Calafell y un décimo en Falset, Vinyols i els Arcs y Deltebre. También tocó un cuarto premio, muy repartido, el 59.444, en Batea, donde se vendió un décimo. Además, se vendió uno de los ocho quintos premios, el 60.272, que tocó en el Catllar, también con un único décimo.
Pere Sans, responsable de la administración número 1 de la ciudad de Tarragona, quien vende lotería desde hace 41 años y forma parte de la tercera generación de la familia que se dedica –inició el negocio una abuela suya–, confía en que las ventas sean similares a las del año pasado, aunque este año han seguido un camino en forma de sierra. «De julio a septiembre las ventas fueron fantásticas, en octubre y en noviembre, desastrosas, este diciembre se han recuperado y siempre hay gente que se espera hasta el último día», dijo.
Sans, que regenta la administración junto con su esposa, María Antonia, comentó que la situación política en Catalunya ha dejado algún rastro. «Nosotros estamos en un lugar de paso –la Rambla Nova– y hemos notado un descenso en las ventas por parte de gente de fuera, sobre todo en el puente del 12 de octubre». «Las personas de otras zonas que veían la televisión pensaban que aquí pasaban cosas muy grandes, hasta el punto que familiares de mi mujer, que es de El Escorial (Madrid), nos ofrecían ir a su casa, y nosotros les decíamos que en Tarragona todo era normal». «Según el telediario que ve cada uno, las cosas cambian» añadió.
Por otra parte, Sans comentó que «hay gente que ha querido hacer boicot, pero este ha sido descafeinado». Ha habido «empresas y entidades que no han comprado para hacer participaciones, como hacía otros años, pero sí lo han hecho a título particular». «No quiero decir que algunos no hayan hecho boicot, pero el cierto es que lo hemos notado poco», subrayó. «Cómo he comentado, lo hemos notado más por menos afluencia de turistas, y con otra situación seguramente habría habido un incremento de ventas», resaltó.