La Fiesta de la Calçotada de Valls crece con más actos y espera recibir hasta 40.000 visitantes
Un 'showroom', actividades infantiles y la edición de un vino, entre las novedades
La Gran Fiesta de la Calçotada de Valls crece. La 37ª edición de la fiesta, que tendrá lugar este domingo 28 de enero, amplía su programa con nuevos actos. Así, se podrá desde comer calçot líquido dentro de una probeta en un 'showroom', a comprar un vino producido por la Cooperativa de Valls especialmente para la ocasión, pasando por un sábado cargado de juegos y actividades familiares en el Pati. Con todo, el concurso de comida calçots, año tras año más competitivo, se mantiene como el acto estrella y más mediático de la jornada. Este año ya hay más de una treintena de inscritos -pero sólo veinte podrán participar-, entre los cuales, el barcelonés Adrià Wegrzyn, ganador de las últimas ediciones, acompañado de su padre, que nuevamente también se ha apuntado. La Cámara de Comercio se muestra convencida de que la fiesta atraerá a unos 40.000 visitantes. Representa el pistoletazo oficial de salida a la temporada de calçots, que este año se presenta seca, si bien se prevén mantener las cifras de producción del año pasado -de entre 12 y 13 millones de cebollas.
«Es una temporada muy seca, pero por suerte la mayoría de calçots se hacen en terrenos de huerta, y hemos tenido que aportar mucha agua a una climatología que no es el ideal, porque le falta lluvia, pero la campaña no tiene ningún problema, los calçots van creciendo y llegaremos a la producción de los últimos años», ha afirmado el presidente de la IGP Calçot de Valls, Francesc Xavier Amill. Según Amill, cada vez hay más demanda exterior de calçots etiquetados con la Indicación Geográfica Protegida, en una clara apuesta por la calidad. «Si el primer año éramos 14 socios e hicimos 400.000 calçots, ahora somos 50 y llegamos a los 12 o 13 millones de unidades», destaca.
Una evolución creciente también la ha experimentado la Fiesta de la Calçotada. Un concurso de comida calçots que antiguamente se hacía en la plaza del Blat con dificultades para encontrar participantes, se ha acabado convirtiendo, en 33 ediciones, en un acto emblemático y multitudinario que atrae numerosos medios y miles de visitantes, llenando la plaza del Pati, centro neurálgico de la fiesta. La participación de Wegrzyn, que se puede zampar cerca de 300 calçots en los 45 minutos de concurso, también se ha acabado convirtiendo en otro de los alicientes del certamen. La fiesta incluye otros concursos, como el de cultivadores de calçots o el de la mejor salsa de la calçotada.
Visto el éxito de la fiesta, su programa se ha ido ampliando con el paso de los años y este año vuelve a incorporar nuevos actos. Así, se ha llenado el sábado con juegos y actividades para público familiar en el Pati. El mismo sábado, varios restauradores de la ciudad ofrecerán «catas» -tapas- inspiradas en la cocina del calçot. En la misma línea, y como novedad, uno de los restauradores, propietario del negocio de catering 'ForEvents', impartirá un 'showroom' en Sant Roc.
A la vez, la cooperativa de Valls comercializará un vino joven negro, bautizado como a «4 Calçots» y que será el primero, de una gama de tres vinos locales, que se quieren promocionar, en una iniciativa conjunta con el Ayuntamiento. Los otros dos vinos nuevos, que se presentarán más adelante, serán un vino blanco dulce -de macabeo y moscatel- titulado «Kesse» -, y un negro crianza, que se nombrará «La Pera, el bandoler.»
Durante la presentación de la Fiesta de la Calçotada este lunes, también se ha hecho mención especial al restaurador vallense Àngel Solé, recientemente desaparecido en un accidente de tráfico, considerado uno de los embajadores de la calçotada por todo el mundo.