'Las Chicas de Oro' llevarán su teatro en residencias, centros sanitarios e institutos
La obra critica el machismo y la falta de igualdad, también a los políticos corruptos, con adaptaciones musicales de Julio Iglesias y Raffaella Carrà
Las aclamadas «Chicas de Oro» de la Canonja ya preparan las maletas para salir de tournée. Después de 19 años congregando a centenares de espectadores en sus reivindicativas representaciones anuales de teatro (durante la Fiesta Mayor de invierno del municipio), ahora se preparan para dar el salto en otras localidades del territorio. «La idea es llevar la alegría de estas mujeres a otros entornos, especialmente a residencias de personas mayores, centros sanitarios u hogares de jubilados. Les queremos hacer partícipes del teatro, que puedan disfrutar tanto como ellas lo hacen sobre el escenario,» explica Francis Montero, comandante en jefe de esta tropa de 15 mujeres de entre 55 y 86 años que han cautivado al público parlante sin pelos en la lengua de temas tan controvertidos como la corrupción, los desahucios, las pensiones precarias o la falta de futuro de los jóvenes.
Célebre se ha hecho ya en la localidad una de las adaptaciones musicales del tema de Julio Iglesias «Soy un truhan, soy un señor», que el último 21 de enero interpretaron en el estreno de la nueva función, cargando contra los políticos que tienen la mano larga: «Confieso que en algarrobas soy honrado y en algarrobas robo/ Me saborea el lujo, me saborea lo vicio/ Robo la vida, robo el amor, y nunca iré en la prisión...», entonaron a María Mora, Ascensión Guirao e Isabel Páez.
Un nuevo patrón para los estudiantes
Aparte de presentar el show a otros jubilados, la idea de Montero, técnico de la fundación En Red, es mostrar también esta actividad a institutos que imparten Ciclos Formativos relacionados con el cuidado y el entretenimiento de personas mayores. «Queremos que los futuros profesionales piensen más allá de las actividades normales, que vean que por ejemplo desde el teatro se pueden trabajar muchos aspectos,» apunta al responsable de este taller del Hogar de Jubilados de la Canonja. Él y sus estrellas ya hicieron una primera incursión en este ámbito el último año, en el instituto Vidal i Barraquer de Tarragona, y en marzo volverán a repetirlo. Esperan que otros institutos también se interesen por la obra.
La discriminación de la mujer
Aunque la función busca principalmente animar en el público, «Laso Chicas de Oro» también quisieron hacer de la representación de este año (los guiones se crean entre todas, pensando ideas conjuntamente) un potente llamamiento para la igualdad de género y contra el machismo, recordando los múltiples ámbitos dónde la mujer ha sufrido, y sigue sufriendo hoy día, discriminación y maltrato. «Se acababa el amor, y te aguantabas; te llevabas mal con él, y te aguantabas; tenía una amante, pues tú te aguantabas; te pegaba, y te aguantabas...», recitó Pilar Lizano el día 21, ante|delante de los 400 espectadores que llenaron el auditorio de la escuela municipal.
El espectáculo de este 2018 toma como base el cuento de Romeo y Julieta y lo reinventa, haciendo que la chica no muera y se empodere para continuar adelante: «Romero, amor mío, te he amado mucho, muchísimo, pero ahora es la hora de amarme a mí misma», narraron. Así, las actrices hicieron un recorrido por diferentes decisiones que puede tomar una mujer que, desgraciadamente, todavía no son bien vistas por una parte de la población. Como no tener hijos ni casarse, o el sexo entre jubilados en la etapa de la viudedad («somos viejas, pero no estamos secas», decían con mucho humor). De esta manera, emulando en Raffaella Carrà, Juani Camacho cantó: «He vivido muchos años y me he dado cuenta que, donde hay cuerpo hay ganas y el amor no tiene edad...».