Actividad en los comercios y hoteles más llenos, signo de un Cambrils rehecho de los atentados de hace medio año
El Ayuntamiento organizará un acto conmemorativo cuando haga el año de los trágicos incidentes que se saldaron con una víctima mortal y siete heridos
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«Nadie habla; lo vemos ya tan lejano». Es la opinión -muy compartida- del presidente de los tenderos de Cambrils. Este sábado hará medio año de los atentados terroristas en Barcelona y Cambrils, de los cuales este municipio turístico de la costa tarraconense se supo rehacer muy rápido. Si bien los cambrilenses no olvidarán aquella madrugada de pánico y desconcierto en el paseo marítimo, que se saldó con una persona muerta, siete más de heridas y cinco terroristas abatidos, la vida diaria recuperaba la normalidad en no más de 48 horas. De consecuencias económicas para el comercio, ni una. De hecho, la ocupación en los alojamientos de Cambrils y en el conjunto de la Costa Daurada ha crecido un 5% este 2017, en comparación con el año pasado. Se ha notado un descenso del mercado español, pero en ningún caso atribuible a los atentados, sino a la situación política que vive el país.
El Ayuntamiento de Cambrils ha organizado este viernes un debate que quiere ser una mirada atrás a los seis meses de los atentados del 17 de agosto y madrugada del 18, y ya prepara un acto de más envergadura cuando se cumpla el año -durante el cual se inaugurará un elemento urbano de recuerdo a las víctimas. En el Archivo Municipal se conservan más de un centenar de documentos de pésame cerca los hechos. «Fue el peor momento que he vivido nunca como alcaldesa», afirma Camí Mendoza.
En numerosas ocasiones la alcaldesa de Cambrils ha alabado la tarea hecha por los Mossos D'Esquadra durante los atentados. «Los cuerpos de seguridad, tanto Mossos como Policía Local, actuaron muy contundentemente y, si bien puede ser que se asocie Cambrils con los atentados, también hay este recuerdo, de la actuación policial, y se ha demostrado que en Cambrils y Cataluña estamos seguros y preparados para evitar males mayores», declara. «La temporada turística fue de plena normalidad y se espera que este año también lo sea», añade.
La alcaldesa recuerda, de la noche del atentado, que el paseo, uno de los viales más turísticos y característicos de Cambrils, le resultó irreconocible. El gran despliegue policial sumado a un estado de shock e incredulidad hizo que aquel escenario impensable se le quedara grabado en la mente. Seis meses después, Mendoza baja a echar una ojeada al archivo, situado en el sótano del edificio del Ayuntamiento. Abre, con emoción contenida, las carpetas donde se guardan todos los murales y dedicatorias hechas por personas anónimas.
El archivista, Pedro, explica que todo está bien clasificado. Hay un total de 114 dibujos y textos, en diferentes formatos e idiomas. Algunos presentan el inconfundible trazo de niños. En el museo también se conservan varios objetos. Todo este material para expresar el luto y la solidaridad con las víctimas se fueron depositando de forma espontánea justo ante el acceso al Club Náutico, donde se produjeron los hechos. Un panel de señalización sirvió de apoyo para enganchar los documentos -recogidos el 29 de agosto al mediodía.
Medio año después de los atentados que hicieron temblar Cataluña, en Cambrils, el punto donde los terroristas decidieron actuar después de la explosión de la casa de Alcanar y acabaron abatidos, la percepción es de un recuerdo lejano, pero imborrable. La percepción que Cambrils no era realmente un objetivo y que el ataque fue bastante improvisado ha ayudado a superar y plantar cara a la tragedia. «Ya nadie habla, sólo cuando nos lo preguntáis los medios de comunicación», asegura al presidente de la Unión de Tenderos, Enrique Arce.
El sector comercial y hotelero, impertérrito
Tiendas, comercios y restaurantes no se han resentido nada, sino al contrario. «La gente se volcó todavía mucho más en el municipio y eso es lo más bonito de destacar», recuerda Marta Borràs, miembro de la junta de Red del Puerto de Cambrils, la asociación de comerciantes específica de la zona del puerto. Constituida recientemente ahora hace tres años, esta asociación, que aglutina unos 150 asociados, considera que hablar de los atentados no es ni «útil» ni «necesario» y, en definitiva, que no hace ningún bien a la economía del municipio.
En el hotel-restaurante Rovira, a primera línea de mar, lo vivieron en primera persona. «Teníamos el hotel lleno y fue un shock, pero enseguida se volvió a la normalidad y clientes que habían sido alojados aquellos días nos han vuelto a hacer reserva», afirma la directora del establecimiento, Amàlia Rovira. El presidente de la Asociación Hotelera Salou-Cambrils-la Pineda, Xavier Roig, ratifica que los atentados no alteraron las reservas hoteleras en el territorio. «Notamos que ha disminuido el mercado español, pero es por la inestabilidad política», dice.
Aparte de los actos organizados por el Ayuntamiento con motivo del atentado que se saldó con la muerte de una vecina de Zaragoza, varios heridos -civiles y una agente policial- y algunos testimonios todavía en tratamiento psicológico, también se ha mandado un proyecto de intervención comunitaria a los barrios. En breve el proyecto también llegará al barrio Eixample Platja, que se añadió posteriormente a la iniciativa, en el marco de las actuaciones municipales vinculadas a fortalecer la cohesión social en el municipio, más comprometida cerca el atentado.