«Era maestro, mentor, director teatral y un gran declamador de poesía»

«Josep Graset, fue maestro, mentor y director de teatro, y un gran declamador de poesía», destaca a Alicia Bescós, directora del grupo de teatro La Tramoia de Vilaseca.

Josep Graset deja un gran vacío en la escena teatral de su pueblo, Vilaseca, y de la cultura. Formó parte del grupo de jóvenes que, a finales de la década de los 60, gestó el actual grupo La Tramoia de Vilaseca. Josep Graset fue el director de la compañía que, en los primeros tiempos subió al escenario obras de autores nacionales. El grupo de teatro fue cambiando de nombre hasta adoptar el actual a mediados de los 70 y se mantuvo en activo hasta finales de los 80.

«Después de una parada, el año 92 nos reunimos para volver a hacer teatro, para agrupar La Tramoia. Lo fuimos a buscar y se volvió a animar como director», recuerda a Alicia Bescós.

Como director de La Tramoia, Bescós destaca que Josep Graset no sólo los enseñó a «interpretar una obra, sino también nos inculcó la lectura de teatro y de poesía, nos enseñó todo lo que sabemos». «Siempre decimos que tener una buena base es lo más importante y la estima por el teatro y la lectura de teatro la contagió él. Es muy enriquecedor tener una persona al lado que conoce los autores y las obras...», añadía. Una de las facetas más brillantes de Josep Graset era la de declamador de poesía. «Era una grande declamador, lo hacía muy bien, era todo un maestro en eso», subraya.

Alicia Bescós es también presidenta de la asociación Amics del Teatre. Josep Graset también fue el precursor de esta. «El año 99, cuando Graset era concejal de Cultura, agrupó a algunas personas relacionadas con el mundo del teatro para crear una entidad que se encargara de organizar ciclos de teatro en Vilaseca, algo de lo que, hasta entonces, hacía el Ayuntamiento de Vilaseca,» recuerda. Amics del Teatre continúa en activo y forma parte del legado que deja Graset. «Para La Tramoya han pasado centenares de actores y, por lo tanto, también por sus manos. A título particular, es una persona sin la cual no podría explicar parte de mi vida. Ha sido muy importante», subrayaba ayer Josep Forasté, también miembro de La Tramoia.

«Un gran lector, como un sabio»

El carisma de Josep Graset no dejaba indiferente a nadie, mucho menos sus compañeros de escena. «En La Tramoia, hay actores de entre 25 y 47 años. Él era mucho más mayor que nosotros pero, a pesar de la diferencia de edad, siempre fue un gran amigo. Consiguió que fuéramos un grupo, él incluido, especialmente cuando salíamos de bolos. Sabía mucho de la vida, era un placer escucharlo, era una persona muy inteligente, como un sabio. Lloramos su pérdida y agradecemos todo lo que nos ha enseñado», finalizaba.