Mont-roig planta las semillas del futuro
'El Bosc dels Embrions' es un proyecto de la entidad Escurçó en colaboración con el Instituto Marquès
El pasado jueves 23 de febrero se plantaron diez encinas en un terreno del término municipal de Mont-roig del Camp conocido como la zona de la Cueva del Patou.
Esta acción es el pistoletazo de salida del proyecto El Bosc dels Embrions , una iniciativa que llevará a cabo la entidad ecologista local Escurçó, con la colaboración del Instituto Marquès, a través de la cual se plantará un árbol por cada niño que ayude a nacer este centro de reproducción asistida barcelonés.
La zona de la Cueva del Patou forma parte del Plan de Espacios de Interés Natural de la Verge de la Roca, tiene una hectárea y media de terreno y es de propiedad municipal. En los años noventa sufrió un incendio, y con esta iniciativa se prevé que se planten 1.500 árboles que contribuyan a repoblar la zona.
Esta campaña se ha puesto en marcha por iniciativa del Instituto Marquès de Barcelona, que se puso en contacto con Escurçó con el fin de emprender el proyecto de Mont-roig, que es único en Cataluña. «Con el Instituto Marquès nos conocimos años atrás, cuando presentamos la denuncia por la contaminación del semen de los tarraconenses; ellos hicieron el informe de contaminación. Ahora, nos han pedido si queríamos tener cuidado y gestionar este futuro Bosc de Embrions, y así lo haremos», explica Joan Manel Olivella, presidente de la entidad ecologista. Olivella, que también es presidente de la Federación de Guardas Rurales Privados, FEDGUAR, explica que todos los árboles que se plantarán son encinas (Quercus ilex ), autóctonas del Mediterráneo.
Los primeros diez árboles del Bosc dels Embrions se plantaron en un acto donde participaron miembros del Ayuntamiento, Escurçó y el Instituto Marquès. La primera encina plantada estuvo dedicada a una niña británica que se llama Georgina. Cada árbol estará identificado con el nombre y la fecha de nacimiento del niño. Además, los padres podrán seguir la evolución del árbol plantado en honor a su hijo, ya que recibirán los datos con su geolocalización. De esta forma, familias de todo el mundo –el centro trabaja con personas de más de cincuenta países–, podrán venir a Mont-roig del Camp a visitar el árbol que lleva el nombre de su hijo o hija.
Los árboles plantados crecerán al mismo ritmo que los niños y niñas que les hacen de padrinos, de manera que, cuando estos ya tengan la mayoría de edad, el bosque también se habrá hecho adulto: «Las encinas las plantamos pequeñas. Dentro de cinco años, ya se verán bonitas, con diez años, ya serán señoriales, y dentro de veinte años ya tendremos un bosque con encinas bien desarrolladas», apunta Olivella.
La organización ecologista Escurçó se fundó el año 1984, con la finalidad de proteger la naturaleza y el medio ambiente. Fue pionera en Cataluña y el Estado español, y desde entonces ha llevado a cabo un gran número de acciones de lucha antinuclear, repoblaciones o detección de la caza furtiva, entre otros. Cuenta con un total de 180 socios y 40 entidades colaboradoras.