Hasta nueve parejas han sido víctimas de la estafa de un alquiler a los Pallaresos
En todos los casos, la presunta estafadora se habría quedado con la fianza y los afectados sin casa
Hasta nueve familias han estado víctimas de la misma estafa en el alquiler de un chalet a los Pallaresos. Por otra parte, la presunta estafadora habría estado vaciando la casa de la avenida Catalunya durante todo la mañana de ayer a raíz de la última denuncia y al hacerse público el caso en Diari Més.
«Tenemos conocimiento de que, aparte de nosotros, ocho parejas más han sido estafadas», confirmaba ayer V.P., una de las personas que ha denunciado el caso. Según parece, la mujer, una vecina de los Pallaresos –que responde a las iniciales L.S. y que había sido propietaria de la casa que ofrecía en alquiler hasta que fue embargada– operaba siempre de la misma manera. La mujer los hacía firmar un contrato de alquiler y, después de cobrar la fianza, los arrendatarios no volvían a tener señales de vida de ella o bien les daba excusas para que no pudieran entrar a vivir allí.
Jordi Borràs, es un vecino de los Pallaresos que dejó la casa donde vivía con la intención de mudarse al mencionado chalet del avinguda de Cataluña. Evidentemente, nunca lo pudo hacer y, a estas alturas, sigue buscando casa. Fue víctima de la estafa, sin embargo, al menos él pudo recuperar el dinero.
Jordi Borràs encontró el anuncio del alquiler de la casa de los Pallaresos a través de la aplicación Wallapop. «También estaba el anuncio en Fotocasa», recuerda.
«Se pedía un alquiler de 700 euros en el mes. Tengo una hija y dos perros, la casa me pareció idónea y tenía cierta prisa. Me puse en contacto con ella y ya me dijo que, si le adelantaba la primera fianza, me rebajaba el alquiler 50 euros», dice Borràs. Tal como hizo con la primera afectada y como recogió Diari Més en la edición de ayer, la mujer le dijo que su marido no podía enterarse de la operación. La presunta consiguió aun que el afectado le adelantara 600 euros más antes firmar el contrato. Entre fianza y el primer mes de alquiler, el 29 de septiembre –cuándo se firmó el contrato– Jordi Borràs había pagado 1.700 euros a la mujer y sólo había obtenido a cambio la promesa que L.S. haría la mudanza durante el mes de octubre y que, por lo tanto, él podría entrar a vivir allí en noviembre.
Llegó la fecha, pero L.S. empezó a dar excusas a través de mensajes de móvil. «Me decía que no le estaban haciendo bien la mudanza, decía que el martes me daba las llaves, pero llegaba el día y nada, y así una vez y otra. Hasta que un día me envió un mensaje diciendo que lo sentía, pero que no se marchaba de la casa», recuerda Borràs.
El afectado amenazó con denunciarla y, en este caso, sí con que consiguió que la mujer le devolviera 1.500 euros. Tardó un mes y medio a recuperar los 200 que faltaban. «Supongo que me los devolvió porque sabe que soy vecino de los Pallareseo», cree el hombre. En cualquier caso, el hombre se siente estafado, porque dejó la casa dónde vivía y, ahora, vive en casa de unos familiares. Poco después, Jordi Borràs supo que otra persona había firmado contrato de alquiler por la misma casa el mismo día que él: el 29 de septiembre.