Cultura
Apel·les Fenosa y el retrato de Dora Maar
Una muestra sobre Fenosa y Picasso recuerda los 30 años de la muerte del escultor
La Fundación Apel·les Fenosa celebrará los 30 años de la muerte del escultor con la exposición Un retrat a quatre mans, centrada en el retrato de Dora Maar (artista plástica, pintora, fotógrafa y escultora) de 1939-1940, hecho por Apel·les Fenosa y acabado por Picasso. La muestra se inaugurará el día 24 de marzo, a las doce del mediodía, y quedará abierta hasta el 30 de septiembre de 2018.
A lo largo de la ocupación alemana de París, Fenosa y Picasso refuerzan su amistad y se ven a diario. Es conocido que al exiliarse en París, Fenosa visita Picasso, que lo recibe con una muestra individual de esculturas de Fenosa en su taller de la rue de la Boétie, compradas en su ausencia. Picasso vive entonces con Dora Maar y pide a Fenosa que la retrate. Este empieza el retrato en el taller de la rue de la Boétie. Cuando el material es todavía blando y Fenosa ya se ha marchado, Picasso quiere corregir algunos detalles de la obra y acaba modificándola. El resultado es una obra hecha por Fenosa y acabada por Picasso. Una de las consecuencias de la ocupación nazi es que este retrato acaba arrinconándose. Picasso hace dos tiradas en bronce, al fundidor Valsuani. Esta fundidora cierra las puertas en mayo de 1940. No sólo hay peligro de los bombardeos alemanes sobre industrias metalúrgicas, sino que los alemanes buscan materias primas para armamento de guerra. Esta circunstancia hace que el retrato de Dora Maar a cuatro manos se tenga que fechar entre finales de 1939 y 1940.
Sorprendentemente, este retrato aparece publicado el año 1971 en el libro de Werner Spies sobre las esculturas de Picasso, atribuido exclusivamente a Picasso, y fechado en el año 1943. No fue hasta el año 1993 cuando James Lord publica la biografía de Dora Maar y explica la historia del doble paternidad, reiterando que ha sido Maar quien se lo explicó, muy ratificado por Picasso.
Dora Maar muere en 1997 y, sorprendentemente, a la subasta pública de sus bienes aparece el retrato en yeso y un ejemplar en bronce, pero atribuido exclusivamente a Fenosa. El día de la subasta, Nicole Fenosa se presenta y lo adquiere. Hoy día este retrato en yeso forma parte de la colección de la Fundación Apel·les Fenosa. Antes de morir, James Lord en el 2009 vuelve a escribir sobre el retrato y dice que «cuando Dora murió, el yeso y el bronce se vendieron en subastas, pero la viuda de Fenosa insistió en que su marido apareciera como autor, pero la obra es de Picasso». En esta situación la Fundación Apel·les Fenosa expone los retratos en yeso y bronce, con documentación sobre la obra, al tiempo que repasa la amistad entre Fenosa y Picasso, y pone luz sobre el retrato que Fenosa hizo a Picasso, y lo que Picasso hizo de Fenosa, ilustrando los detalles de la ejecución y formulando la hipótesis del destino de estas dos obras perdidas. Sobre el retrato de Picasso por Fenosa, la Fundación ha encontrado una imagen, y la explicación podría darse por estos motivos: los alemanes requisaron todos los materiales de fundición.
Picasso no puede fundir a su fundidor habitual y encontrar a un nuevo proveedor, Guastini. Brassaï explica que se llevaban yesos y bronces del taller de Picasso al fundidor con carretillas, a escondidas. En este ir y venir el retrato hecho por Fenosa se estropeó. Sobre el retrato de Fenosa por Picasso, la Fundación plantea una atribución errónea de un busto de femme que podría ser en realidad el retrato de Fenosa.