Los acontecimientos deportivos llenarán los hoteles en la Costa Daurada por Semana Santa

Los acontecimientos deportivos, que atraen más de 20.000 niños y jóvenes en la Costa Daurada por Semana Santa, son el principal motor de la ocupación turística en la zona que se prevé que supere el 85%. Con un 65% de los establecimientos abiertos -una cifra habitual cuando la Semana Santa cae pronto-, no se descarta fregar el pleno de ocupación si el tiempo acompaña y se aligera la competencia de los destinos de esquí y de montaña que, con el último temporal de frío, todavía tendrán tirada. Los campings de la demarcación llenarán al 100% los bungalows, aunque la ocupación todavía será baja en las parcelas. La nieve en el Pirineo y la Semana Santa a finales de marzo tampoco favorece los alojamientos rurales de las Tierras del Ebro. Sólo prevén llenar durante el fin de semana –entre el jueves y lunes- de Pascua. La primera parte de la semana el empleo|ocupación se puede situar entre un 50 y un 80% en el delta del Ebro y prácticamente nula en las planas interiores.

La llegada pronto, en el mes de marzo, de la Semana Santa no suele ser muy celebrada entre los hoteleros de la Costa Daurada, pero cómo ha apuntado Eduard Farriol, presidente de la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo de Tarragona (FEHT), la ocupación no dependerá tanto este año de las fechas. Lo hará de la apuesta clara y, a su parecer, acertada, que se ha hecho para desvincular la destinación turística de Salou y la Costa Daurada del festival Saloufest -un certamen que atraía durante tres semanas miles de estudiantes británicos-, y apostar por un turismo deportivo que está funcionando «bastante bien».

Por segunda temporada consecutiva, la Costa Daurada acogerá a más de 20.000 deportistas, la mayoría jóvenes y niños, que participarán a los campeonatos Mare Nostrum de fútbol -con una participación de 220 equipos-, el «mundialet» de fútbol de Cambrils -con más de 500 equipos-, las competiciones de baloncesto de Tarragona, un torneo de voleibol de playa o los bailes de Salou y Cambrils, entre otros. «Con todo eso, la ocupación es óptimo. Son 20.000 deportistas, todos ellos acompañados porque son niños y venden con toda la familia», ha destacado Farriol.

El presidente de la FEHT ha insistido en que el sector no echa nada de menos el Saloufest. «Es lo mejor que hemos podido hacer. Entiendo que hay gente que no estará de acuerdo, pero como destinación turística, el Saloufest era nefasto», ha defendido. «Evidentemente en un bar de noche le hacía más favor el Saloufest que los 20.000 niños que venden a hacer deportes, pero como destinación turística tenemos que estar muy satisfechos del acuerdo al cual se llegó», ha añadido.

Con las reservas ya al 85% de la ocupación y el pronóstico de superar de largo el 90% si los tiempos acompaña, Farriol hace una buena valoración de las previsiones de esta Semana Santa. «Con la nieve que sigue, Mundo Sénior que este año ha bajado, y dada la situación y las fechas que estamos, es una ocupación del cual no nos podemos quejar, está bien», ha apuntado al responsable de FEHT. El perfil del cliente es el turista de proximidad -de Cataluña y el resto del Estado, sobre todo de Aragón y el País Vasco-, pero con bastante presencia ya de turismo francés. Los visitantes del resto de Europa todavía se harán esperar, ya que las rutas de los touroperadors no han empezado la campaña -lo suelen hacer a mediados de abril.

Dualidad en la ocupación en el Ebro

En las Tierras del Ebro, la dualidad se ha establecido como la tónica habitual de la ocupación turística en los alojamientos rurales durante las vacaciones de Semana Santa: tanto por la desigualdad en el reparto temporal como territorial de la demanda. Los alojamientos integrados en la Asociación de Turismo Rural de las Tierras del Ebro (Aturebre) volverán a llenar durante la última parte de la Semana Santa, entre el jueves y lunes, con un 98% de ocupación en estos momentos. Por el contrario, el nivel de reservas es bastante inferior durante la primera parte del periodo festivo, desde este fin de semana y hasta el miércoles, con un 30% por término medio. «No cambia nada: tenemos mucha demanda los días de fiesta: se llenará el Pirineo y el Ebro. Pero los otros días es más minoritario, no hay tanta demanda», constata Juanjo Bel, portavoz de Aturebre, quiénes no descarta que los primeros días sean todavía «más flujos que el año pasado». En este caso, en más, con diferencias notorias según la ubicación: mientras las casas que se sitúan dentro del delta del Ebro pueden situarse entre el 50 y el 80% -llenas en algunos casos-, las de la plana interior del Baix Ebre y el Montsià todavía no han cerrado prácticamente reservas para el primer tramo de semana santa.

Otros factores ya conocidos, además, harán que esta dualidad sea todavía más acentuada este año, siguiendo la línea marcada de temporadas anteriores. Por una parte, por el hecho de que el periodo festivo llega pronto, principalmente dentro del mes de marzo, pero sobre todo porque las nevadas de los últimos días y semanas pueden acabar decantando mucho de los potenciales visitantes cabe a una destinación de montaña para la práctica del esquí. Los principales clientes de este tipo de alojamientos seguirán siendo familias y grupos de amigos residentes en Cataluña. Muy pocos venidos de fuera.

Según Bel, las cifras de previsiones para esta Semana Santa dibujan una tendencia a un mayor «estancamiento», incluso a una caída de la ocupación durante los últimos tiempos. «El invierno ha sido doliendo: excepto el puente de diciembre y Fin de Año, el resto ha sido muy malo», apunta. Unos precedentes que no permiten todavía ver la próxima temporada de verano con optimismo. «No hay demasiada alegría. Todavía no hay reservas para el verano», concluye.