Sucesos
Detenidos cuatro menores y un joven que entraban a casas viejas de Constantí
Uno de ellos estaba en búsqueda porque se había escapado de un centro de menores
La alerta por posibles ocupaciones ha saltado estos últimos días en el centro de Constantí y, concretamente, a la calle del Mig. Algunos vecinos habían visto gente entrante en pisos y casas antiguas, en las cuales no vive nadie, rompiendo cristales y puertas. Los responsables de estos hechos, sin embargo, ya han sido identificados y detenidos y todo ha sido «una gamberrada», según ha explicado el alcalde constantinenc, Óscar Sánchez, al Diari Més.
Se trata de un grupo de cinco jóvenes, cuatro de los cuales menores de edad (de 17 años) y uno de 21, todos ellos vecinos de Constantí y de nacionalidad española. Además, uno de ellos estaba en investigación|búsqueda porque se había escapado de un centro de menores.
El viernes por la noche, dos agentes de la Policía Local de Constantí que estaban haciendo vigilancia por el barrio antiguo del municipio consiguieron detener a dos de los jóvenes y, la madrugada del domingo, detuvieron tres más. Todos ellos fueron detenidos, identificados y, según las últimas infirmacions, habían sido trasladados a la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Campclar.
Según explica Óscar Sánchez, todos ellos son «muy conocidos en el pueblo» y ya el verano pasado habían sido identificados por abrir varios coches. «En esta ocasión, han entrado en pisos antiguos de la calle del Mig, donde no vive nadie, para fumar y hacer gamberrades. Pero en ningún caso ha habido ocupaciones», puntualiza el alcalde.
En este sentido, vecinos de la zona se habían alertado al ver de que en algunas casas del centro había entrado gente, rompiendo puertas y ventanas. La preocupación recaía, sobre todo, en las personas mayores, ya que se trata de una zona del municipio en la cual la media de edad es elevada. «Después de las ocupaciones que vivió el municipio en el 2016, es normal que los vecinos sean sensibles ante cualquier movimiento», reitera Óscar Sánchez. Y es que, ahora hace dos años, Constantí se vio inmerso en una importante oleada de ocupaciones que afectó bloques de pisos enteros de nueva construcción ubicados en las calles Jaime I y Prat de la Riba. La situación se volvió insostenible hasta el punto que, en uno de los bloques, 40 de las 48 viviendas estaban ocupados. Endesa decidió cortar el suministro de electricidad por la peligrosidad que representaba tener casi todas las instalaciones manipuladas. Poco después, se produjo un incendio en el garaje del bloque|bloc, las cañerías quedaron calcinadas y Sorea tuvo que cortar el suministro por peligro de inundación. Sin luz ni agua, los ocupas se tuvieron que marchar y, según Óscar Sánchez, «ninguna de las familias se ha quedado en Constantí».