El TSJC admite el mal funcionamiento de la oficina judicial del Vendrell y el «colapso» del servicio común de ejecución

La implantación de la nueva oficina judicial del Vendrell hace cerca de tres años no ha permitido optimizar plenamente el funcionamiento de los juzgados de la capital del Baix Penedès. El presidente del TSJC, Jesús María Barrientos, ha señalado este lunes que eso se debe a un error de diseño de la oficina y a un déficit de funcionarios. El ámbito más perjudicado es el servicio común de ejecución, que acumula cerca de 15.000 trámites pendientes. Barrientos ha señalado que el 25 de abril está prevista una reunión con el fin de buscar alternativas que permitan dar respuesta al «colapso». El presidente de la Audiencia de Tarragona, Javier Hernández, ha evitado hablar de «fracaso absoluto» porque en el Vendrell se partía de una situación «muy mala» en organización, con graves problemas de retrasos e inestabilidad. Hernández ha recordado que el del Vendrell fue el primer partido judicial «grande y con juzgados mixtas» que implantó el nuevo modelo de gestión transversal.

El presidente de la Audiencia ha subrayado que, según estudios comparativos con otros territorios, se ha podido constatar que en el Vendrell se dispone de una dotación menor de funcionarios al servicio de ejecución por el mismo volumen de trabajo. «La solución pasa por más dotación de personal y por un modelo de organización más esmerado», ha opinado. Hernández ha recordado que hace tiempo que se reclama una dotación «justa», pero este hecho siempre ha sido acompañado «de cierta polémica» con el Departamento de Justicia. Asimismo, el presidente de la Audiencia ha contrapuesto la situación al Vendrell con «el éxito» de la oficina judicial de Amposta.

Elevado volumen de asuntos civiles

En general, los juzgados de primera instancia de la demarcación siguen registrando un elevado volumen de asuntos civiles. En esta jurisdicción, el exceso de trabajo se produce en Tarragona ciudad, pero sobre todo en el partido judicial de Reus, donde los juzgados de instancia ingresan «más del doble» de asuntos de lo que establecen los módulos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). En este sentido, Barrientos ha recordado que se espera la creación de un nuevo juzgado de primera instancia en Reus que trate en exclusiva los asuntos de familia y, al mismo tiempo, permita descongestionar el resto de juzgados.

En la capital del Baix Camp, el juzgado de lo social también sufre un exceso de trabajo, aunque dispone de un refuerzo transversal junto con el juzgado de lo social de Tarragona. La Sala de Gobierno del TSJC, que se ha reunido este martes en la Audiencia de Tarragona, ha planteado «reequilibrar» el juzgado de lo social de Reus con el de Tortosa. El social del Baix Ebre ingresa la mitad de asuntos que el del Baix Camp, por lo cual se estudia que los municipios más próximos a las Terres de l'Ebre se adscriban a la jurisdicción del social de Tortosa para poder «descargar» el órgano reusense.

El juzgado de instancia número 8 de Tarragona, al frente de la carga de trabajo

La carga de trabajo más elevada de entre los órganos de la demarcación corresponde al juzgado de primera instancia número 8 de Tarragona, que tiene la competencia provincial de los asuntos derivados de las cláusulas abusivas en contratos hipotecarios. «Estamos pendientes de actuar sobre este órgano porque necesita ser reforzado de forma inminente con, al menos, un juez, y seguramente también con más personal en la oficina judicial», ha señalado el presidente del TSJC. Mientras no llegue este refuerzo, sin embargo, la Sala de Gobierno ha planteado que un juez de instancia de las Terres de l'Ebre asuma asuntos del 8 de Tarragona.

La previsión es que una vez el juzgado especializado en asuntos bancarios empiece a resolver las demandas que tiene encima de la mesa, eso se traduzca en un incremento de asuntos en la sección primera del Audiencia provincial de Tarragona. En este sentido, la Sala de Gobierno del TSJC ha propuesto mantener la comisión de refuerzo en esta sección por el incremento de asuntos de familia y mercantil. Este órgano ya disponía de un refuerzo a la espera de una vacante que se ha cubierto recientemente, según Barrientos, y la decisión queda ahora en manos del CGPJ.

Refuerzo para el juez del caso Innova de Reus

El titular del juzgado de instrucción número 3 de Reus, Diego Álvarez de Reus, volverá a tener con toda probabilidad un refuerzo para|por poder dedicarse al caso Innova, declarado causa compleja. El refuerzo se implementó en el 2013, pero se tuvo que retirar el año pasado. Recientemente, una inspección del CGPJ ha detectado que «se mantiene la necesidad de refuerzo» y se ha propuesto, a petición del propio magistrado, un refuerzo parcial que se encargue de delitos leves.

Barrientos ha señalado también problemas de funcionamiento en los tres juzgados de Valls. Los tres tienen elevada movilidad y poca estabilidad judicial, pero sobre todo problemas de funcionamiento y de organización de oficina, que se traduce en atrasos|retrasos de procedimientos y de la respuesta judicial.

Menos asuntos a instrucción

En conjunto, la tendencia señala a un incremento en jurisdicción civil, mientras que la entrada de asuntos en el ámbito mercantil se mantiene y se han reducido a instrucción debido a las reformas procesales que ya no vierten los atestados policiales en los juzgados. Barrientos ha explicado que también se ha detectado un incremento de los recursos de apelación a las secciones civiles de la Audiencia por el incremento de la actividad en la jurisdicción de familia. En este ámbito, los juzgados de primera instancia ya disponen de refuerzos a Reus, Tarragona y El Vendrell.

Según el presidente del TSJC la conflictividad de asuntos sociales se ha «estabilizado» y, aunque se mantiene por encima de los parámetros fijados por el CGPJ, las entradas siguen una tendencia a la baja. Por otra parte, los asuntos de violencia sobre la mujer han crecido. El presidente de la Audiencia ha defendido que, en conjunto, la respuesta que se mujer desde los órganos judiciales del territorio «es muy correcta», aunque Barrientos ha admitido que la situación no ha mejorado mucho respeto los últimos años.