Cuenta atrás en Montblanc para una edición de la Semana Medieval con la mirada puesta en el país

Montblanc ya se empieza a vestir de época para retornar a su pasado medieval, a cuatro días para que arranque la 31ª edición de la Semana Medieval de la Llegenda de Sant Jordi, este año especialmente marcada por la situación que vive el país. Entre los actos más reivindicativos, destaca la entrega de la espada de honor a Jordi Cuixart -la recogerá su pareja, Txell Bonet- y la recuperación de Las Corts Catalanes de 1414 -un espectáculo que no se hacía de unos años acá, y que retorna como número de clausura. El pregón inaugural irá a cargo de la escritora Empar Moliner, que también se prevé punzante. La organización ha desvelado este lunes más detalles del programa de actos, como el estreno de un campamento de pueblo junto a la muralla con el fin de incentivar que la población montblanquina vaya de época, ya que algunos años este hábito de vestirse de pueblo y salir a la calle había flojeado. El programa mantiene la Dracum Nocte, la Representació de la Llegenda de Sant Jordi y el Torneig Medieval Nocturn, como actos estrella. Para la Leyenda, de hecho, ya se están agotando las entradas.

De las dos sesiones programadas, la de este sábado 21 de abril a las nueve ya está completa y sólo quedan para el pase de noche -a las once. Visto el ritmo de ventas, ya se da por hecho que se volverá a llenar hasta los topes como el año pasado. Si este fin de semana el acto estrella es la representación, el del próximo son los juegos medievales. La organización sigue apostando por la fórmula tradicional de blindar, con un plato fuerte, cada uno de los dos fines de semana que dura el acontecimiento, con el mercado medieval como nexo de unión. Los puestos y el puñado de actos en torno al mercado se mantienen durante los casi diez días de fiesta.

La transformación que están experimentando bares y restaurantes, reconvertidos en tabernas, es uno de los signos evidentes que en Montblanc ya se respira ambiente de la Semana Medieval, en una edición más reivindicativa. El presidente de la asociación organizadora, Joan López, ha desvelado uno de los «cartuchos» sorpresa, con la entrega de la espada de honor al presidente de Òmnium Cultural o la recuperación de Les Corts de 1414. «Es un acto potente con un contenido que es muy adecuado al momento que vive el país y que invitará a pensar», ha dicho López. Será el acto de clausura, en sustitución de Sant Jordi, l'endemàque se guardará en el cajón.

«La entrada y salida de actos del programa es una práctica frecuente a la Semana Medieval, los guardamos en nevera, para que descansen, y más adelante los recuperemos», ha añadido. En el programa también han tenido cabida otros cambios, como este Campament de pobleque la organización se ha «inventado» para animar la ciudadanía «para poner en valor el hecho de que la gente se vista de pueblo, ya que en los últimos años el volumen había bajado», ha reconocido López, el cual ha destacado, sin embargo, el éxito de la Semana Medieval, basado en un modelo muy consolidado, y con el buen entendimiento que se mantiene con el Ayuntamiento de Montblanc.

Con un presupuesto que ronda los 220.000 euros, los personajes principales de la Semana Medieval ya hace tiempo que ensayan. Los miembros de la familia real -rey, reina, princesa y Sant Jordi- coinciden en qué el esfuerzo y sacrificio vale mucho la pena. «Acabas riendo mucho y con los ensayos se mujer pie a conocer a muchas personas que antes quizás sólo saludabas para|por el pueblo; somos una pequeña familia», decía Àngela Òdena, que asume el papel de reina. La iniciativa de un fotógrafo de recopilar fotografías de besos por parte de vecinos vestidos de época, la implicación de voluntarios del centro Aprodisca y la implantación, por primera vez, de recogida selectiva de residuos para la fiesta son otras novedades de la Semana Medieval de este año.