Una familia de patos se instala en la escuela Baltassar Segú de Valls

La escuela vallense Baltassar Segú puso en marcha hace cuatro años un proyecto de Escola Verda y permacultura, donde alumnos aprenden a respetar el medio ambiente y los animales. Desde la escuela se busca crear un ambiente de agricultura y sostenibilidad como hacían los campesinos años atrás. En la escuela tienen varios animales, y hace una semana nacieron un rebaño de patos.

El director de la escuela, Maurici Gelambí, explica a Diari Més que con este proyecto buscan crear un entorno entre los niños y niñas donde cultivar alimentos y cuidar a los animales sea una asignatura más. Un lugar donde la escuela se convierta en una granja campesina haciendo una agricultura biointensiva y ecológica. Además, este proyecto está asociado con una asociación de campesinos locales del campo de Tarragona que utilizan una genética de semillas antiguas. El programa empezó porque la escuela disponía de un huerto ecológico y querían ir más allá. Como las instalaciones eran buenas, un gran espacio y un entorno donde hay un torrente, pusieron en marcha este proyecto más ambicioso. Contactaron con especialistas de la permacultura para formarse en este ámbito y poder llevar a cabo el proyecto.

En estos momentos la escuela dispone de un huerto ecológico con 6 bancales alzados como hacían antiguamente los campesinos; un gallinero, con gallinas y donde se depositan los restos del huerto que no se aprovechan; un espacio de compostaje; un estanque con animales acuáticos, anfibios, ranas, peces o los patos recién nacidos; y la mascota mamífera de la escuela, la Negrita , una coneja muy amada por los alumnos. El director de la escuela, asegura que estos espacios son «como poner una caja nido», ya que los animales venden solamente gracias a las instalaciones. Estos espacios también son utilizados por otras actividades, como leer en el huerto o un espacio donde los niños y niñas se pueden relajar a la hora del patio.

De cara al futuro, nos explica el director, que «la intención es mantener este proyecto». Además, les falta encontrar la manera de aprovechar las aguas fluviales así como desarrollar un vivero invernadero para cultivar semillas antiguas. Están trabajando en la creación de un jardín botánico y quieren poner en práctica unos vídeos sobre el proyecto de permacultura con formato QR donde los alumnos hablan en catalán, castellano e inglés.

El proyecto ha tenido muy buen recibimiento por los alumnos, afirma Maurici Gelambí, ya que todo lo que producen se lo comen o lo cocinan en la escuela. El director pone el ejemplo de hace unas semanas, cuando los niños hicieron una tortilla con las habas que habían cogido del huerto. La escuela Baltassar Segú de Valls ha recibido una mención para ser una Escuela Verde.