Detenida la mujer de los Pallaresos que estafó a varios vecinos con un alquiler falso

Doce delitos de estafa y tres de usurpación de estado civil que le habrían reportado más de 57.000 euros de beneficio. Esta es la imputación que la Policía Nacional hace sobre L.S. la vecina de los Pallaresos que ya el pasado mes de marzo fue denunciada desde el Diario Més por varios vecinos, que le habían intentado alquilar una vivienda y que habían perdido el dinero dado como pago a cuenta.

La detención de la mujer se ha producido después de que el marzo pasado apareciera en el programa 'Viva la Vida' que Tele5 emite los fines de semana. Allí L.S. salió quejándose de sus problemas de convivencia vecinal —la mayoría originados, de hecho, por las quejas por sus estafas. Esta aparición televisiva sirvió para que alguna de sus víctimas la reconocieran y presentaran la denuncia correspondiente. Las denuncias llegaron no tan sólo de los Pallaresos. Finalmente fueron 15 las personas que presentaron, procedentes de todo el Estado, ya que en algunos casos utilizaba internet para sus estafas.

De acuerdo con la información recopilada por la policía, la detenida realizaba varios tipos de estafa. La más común, y que ya denunció el Diari Més, es la de hacer un falso alquiler de un chalet a los Pallaresos que, además de ser su vivienda habitual, está embargado por una entidad bancaria.

La detenida ponía varios anuncios de alquiler del chalet en internet y a los interesados los pedía un pago a cuenta de entre 1.500 y 2.000 euros que cobraba en efectivo o con transferencia bancaria a una cuenta a nombre de su hijo menor de edad. Después nunca se llegaba a producir el alquiler e incluso amenazaba a las víctimas con denunciarlas si seguían molestándola.

La estafa, sin embargo, a las mismas víctimas continuaba. En algunos casos L.S. aprovechaba la documentación que le remitían los interesados en el alquiler para pedir en su nombre préstamos a través de internet.

Otro de los fraudes que realizó la detenida es conseguir contactar, a través de terceras personas, con gente de alto poder adquisitivo, a quien les pedía dinero con la excusa de su delicada situación. En algunos casos conseguía el dinero porque el contacto se había producido por medio de un conocido común.

También realizó más engaños utilizando la identidad de su marido. Ponía anuncios en internet para la venta de una scooter que por su antigüedad era un vehículo histórico —y que realmente existía pero es propiedad de su marido. En este caso también se quedaba con las pagas y señales de los compradores interesados, que hacían una reserva.

L.S. ya ha sido puesta a disposición judicial.