Reus, Vila-seca, Salou y la Canonja tienen un nuevo órgano de coordinación para la caza
Las poblaciones de jabalíes, conejos, palomas torcaces y estorninos crecen y provocan daños agrícolas en el Camp de Tarragona
El Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación ha constituido este jueves en Tarragona un nuevo órgano con el fin de mejorar la coordinación entre los diferentes sectores implicados en la caza y prevenir los daños en las zonas de seguridad en Reus, Vila-seca, Salou y la Canonja. El objetivo de la creación de este órgano es establecer y coordinar las actuaciones a llevar a cabo. Estas están contempladas en el Plan de Prevención de los daños y riesgos originados por la fauna cinegética que pretende hacer frente a los elevados niveles poblacionales del jabalí, el conejo de bosque, la paloma torcaz y el estornino, entre otros.
En la primera reunión llevada a cabo este jueves por la mañana a los Servicios Territoriales del DARP en Tarragona, entre diferentes departamentos de la Generalitat, de la administración local y los representantes del sector agrario y de los cazadores, se han establecido las actuaciones y las medidas especiales que se tienen que adoptar para garantizar la protección de las personas y de sus bienes, como los cultivos agrícolas, ante las actividades cinegéticas.
En los últimos años se ha observado un incremento destacable de determinadas especies como es el caso del jabalí, el conejo de bosque, la paloma torcaz y el estornino. Las sobrepoblaciones de estos animales producen daños a las explotaciones agrícolas que, en el caso de las zonas de seguridad del Camp de Tarragona, son mayoritariamente explotaciones hortícolas y. también, de fruteros y fruta seca. Los jabalíes también ocasionan accidentes de tráfico y, a menudo, se producen daños en instalaciones relacionadas con el sector turístico.
Con la finalidad de controlar la población de estas especies se han otorgado autorizaciones excepcionales para cazar. En concreto, se dieron 34 en Reus, doce en Vila-seca, cuatro en Salou y dos en la Canonja. En estas batidas se han disminuido las poblaciones de palomas torcaces en unos 10.000 ejemplares, las de conejos en 1.300, las de urracas en 160 y las de jabalíes en 28.