Las cuatro campanas de la iglesia de Riudoms vuelven a sonar juntas

Las cuatro campanas de la iglesia de Sant Jaume, en Riudoms, vuelven a sonar al mismo tiempo. Hacía muchos años que eso no sucedía, y es que hasta ahora tan sólo sonaba una, la Buenaventura, que marcaba las horas. Las tres restantes, la Jacoba –la mayor de todas–, Sebastiana e Immaculada, estaban silenciadas de hacía tiempo. Tal como recuerda el rector de la parroquia, Mossèn Josep Mateu, «últimamente, sonaban dos y, dos años atrás, se estropeó una y quedó tan sólo la Buenaventura sonando».

El motivo de este silencio ha sido el deterioro progresivo de los mecanismos, que se han ido quedando obsoletos con el paso del tiempo y, por lo tanto, las campanas fueron enmudeciendo. Cada una de ellas tiene un tono diferente, por lo cual, con los mecanismos estropeados, era imposible hacer los diferentes toques y sólo sonaban las horas. «Ahora, con todas las campanas en funcionamiento, se han recuperado los toques tradicionales, como el Ángelus, las defunciones o los repiques para las fiestas solemnes, además de incorporar nuevamente los cuartos», explica Mateu, que destaca el buen recibimiento que ha tenido la recuperación por parte de los vecinos de Riudoms. «La gente del pueblo lo pedía», añade al rector. De hecho, el proyecto fue presentado en la consulta de participación ciudadana celebrada en el marco de la pasada edición 2017 de la Fira de l'Avellana y se situó entre los cuatro ganadores, con una dotación de 1.000 euros «gracias al apoyode la gente», dice Mossèn Josep Mateu. En total, los trabajos han supuesto una inversión total de 20.000 euros, 1.000 de los cuales corresponden a la subvención del Ayuntamiento y, el resto, a la Diputació de Tarragona y a donaciones de vecinos del pueblo.

El proyecto ha supuesto la colocación de un nuevo mecanismo y se han cambiado los yugos de las campanas, pasando de las antiguas estructuras de metal a las actuales de madera, «que dan un sonido más brillante», destaca al rector de la parroquia de Sant Jaume.

Con estos trabajos ya realizados, las cuatro campanas suenan juntas desde hace tres meses. Desde entonces, la gente está muy contenta. Sin embargo, por la noche, tan sólo suenan las horas», destaca Mateu. De esta manera, se ahorran los cuartos, con el objetivo de no molestar a los vecinos y respetar el descanso.