Protesta
Concentración el jueves por la ocupación de 66 casas y la residencia en Vilafortuny
Será a las siete de la tarde, en el Centro Cívico
La reciente ocupación de la residencia Montemar de Vilafortuny (Camarines) ha puesto en pie de guerra los vecinos de Vilafortuny que, desde hace años, sufren una oleada deocupaciones en la urbanización, hasta el punto que, actualmente, tienen contabilizadas 66 casas en esta situación.
Un numeroso grupo de vecinos, al cual se están añadiendo más cada día, empezaron ayer a recoger firmas para pedir el desalojo de la residencia Montemar que, a pesar de estar tapiada y en un estado ruinoso, fue ocupada recientemente por un individuo que asegura querer convertirla en un centro social por acoger a una cincuentena de familias en situación de vulnerabilidad.
Los vecinos de Vilafortuny han convocado hoy una concentración de protesta a las puertas del Centro Cívico, a las siete de la tarde, para hacer visible el malestar que impera a la urbanización, no sólo por la ocupación de la residencia Montemar, sino por las 66 viviendas ocupadas a toda la zona.
Los ciudadanos están dispuestos a llegar hasta donde haga falta para conseguir que la residencia vuelva a ser desalojada y que no saque adelante el proyecto por el cual, los supuestos impulsores, piden financiación en Internet mediante crowdfunding.
Se da la circunstancia de que la residencia Montemar fue tapiada hace años precisamente para evitar la entrada de personas, dada la peligrosidad que presenta su interior después de ser desvalijada. Por su estado, el edificio es inhabitable.
Las instalaciones se encuentran abandonadas desde agosto del 2012, después de que la empresa BBS Servicios, se declarara en bancarrota y, en consecuencia, abandonara todos los centros, reubicara a los abuelos e hiciera un ERE a los trabajadores. La empresa desapareció y dejó todo el mobiliario y material de la residencia en su interior. Pronto se convirtió en un foco de robos y de actos vandálicos. Los vecinos empezaron a ver diariamente furgonetas cargando material y desvalijando el edificio, hasta el punto que no quedaron ni puertas ni ventanas y casi todo el cableado y sistemas de refrigeración del techo se sustrajeron. El Ayuntamiento de Cambrils empezó a recibir las quejas de muchos vecinos que, incluso, recibieron amenazas por parte de los vándalos. El edificio permanece tapiado desde entonces. De hecho, los Bomberos tuvieron que acceder con una escalera al interior para extinguir un incendio que se declaró recientemente.
La ocupación de la residencia y la posibilidad que se convierta en un polo de atracción para promover más ocupaciones en la zona ha acabado con la paciencia de los vecinos que han reclamado la intervención urgente del Ayuntamiento de Cambrils.