CCOO denuncia la falta «de entre 40 y 50 bomberos» en el Campo de Tarragona

En la Región de Emergencias del Campo de Tarragona faltan, en estos momentos, «entre 40 y 50 bomberos», según denuncia el delegado de CCOO de Bombers, Joan Carles Casas. «Durante la crisis las emergencias se tendrían que haber seguido financiando y gestionando como siempre, es un sector prioritario», expone al profesional, remarcando que, desde el año 2009 y hasta el pasado mes de diciembre (mediante la oposición del 2016), no hubo incorporaciones de bomberos funcionarios en los parques catalanes. Casas explica que los 153 nuevos profesionales que ya trabajan no cubren, ni de lejos, las jubilaciones que se están produciendo al cuerpo de forma masiva. «Hay que tener en cuenta que un gran grosor de gente se incorporó a los años 80, cuando se crearon los Bomberos de la Generalitat. Estamos hablando de que, en cuatro o cinco años, se nos jubilará el 30% de la plantilla», reitera el delegado sindical.

Las siguientes incorporaciones (150 bomberos más), no aterrizarán en los parques hasta a principios del año 2020, ya que las pruebas de las oposiciones de este 2018 todavía no han empezado. Los aspirantes realizarán las seis evaluaciones reglamentarias entre el 30 de septiembre y la primera quincena de mayo del 2019, después, los seleccionados tendrán que realizar las prácticas formativas. Así, la plantilla de bomberos actual, cada vez se encuentra más ahogada: «En los parques del Campo de Tarragona siempre estamos trabajando con la dotación mínima de bomberos exigida. Años atrás, no pasaba, a cada turno había más del número mínimo. Ahora, en cambio, puede pasar de que no se cubra el mínimo y que se pidan voluntarios para hacer horas extras», asegura Casas, quien garantiza, al mismo tiempo, que los turnos siempre se realizan con el mínimo de efectivos reglamentario de cada parque: «Al final, las guardias siempre se cumplen, pero a base de horas extras de los compañeros». Para el bombero resulta ilógico que las horas planificadas –que no responden a una emergencia concreta que necesita ampliar turnos para hacer frente–, se estén cubriendo, en parte, a base de horas extras.

Vehículos con mucha antigüedad

A la falta de profesionales, hay que sumar la desmesurada antigüedad de muchos de los vehículos pesados de la flota, conformada por camiones bomba y camiones escala. La práctica totalidad superan con creces los 10 años de antigüedad (que teóricamente tendría que ser su vida útil máxima).

En el parque de bomberos de Valls, por ejemplo, el camión más nuevo (con matrícula FYG) se adquirió el año 2007. De hecho, los bomberos de la capital del Alt Camp siguen realizando servicios –en caso de servicios de primera intervención o tareas de investigación– en un vehículo ligero de tipo 4x4 de la marca Land Rover con matrícula T- AM, dado de alta a mediados de los años 90 y, por lo tanto, en activo durante más de 20 años. «Aquí en los parques estamos gestionando miserias, no está la dotación adecuada. Estamos todo el día haciendo pequeños arreglos. Para no tener, no tenemos ni cinturones de seguridad en la parte posterior de algunos camiones y, por seguridad, no nos permiten ir, en cuanto hay salidas que las estamos haciendo en dos vehículos –uno ligero y uno pesado–, cuando en realidad sólo habría que desplazar a uno,» expone Casas.

Camiones sin poder reparar

El más grave, según asegura el delegado de CCOO es que, por problemas burocráticos de la administración pública (no se ha adjudicado todavía el último concurso de reparación de vehículos), hay al menos un camión bomba de refuerzo para fuego forestal en el parque de Valls y otro vehículo del parque del Vendrell, completamente fuera de servicio, sin fecha concreta de recuperación, a causa de la falta de talleres adjudicatarios. «Ahora mismo no tenemos reparaciones», concretaba esta última semana Casas, quién denuncia, en definitiva, la situación general de los diferentes parques de los Bomberos de la Generalitat «bastante al límite».