Homínidos y animales competían hace un millón de años por|para los alimentos en el barranco de la Boella
La tesis doctoral del arqueólogo Antoni Pineda desmontado la imagen tradicional de los homininos como carroñeros
Este hecho desmonta el estereotipo presentado tradicionalmente sobre los homininos del Paleolítico Inferior, especialmente los del Pleistoceno Inferior, dibujados como carroñeros que ocupaban un peldaño bajo en la cadena trófica.
Hace cerca de un millón de años el Barranco de la Boella era una amplía zona al aire libre, en un entorno abierto donde los estudios paleoecológicos y geológicos sugieren la presencia de grandes masas de agua y recursos de interés para las diferentes comunidades de animales y los hominins.
En las conclusiones que se defienden en la tesis se ha llegado gracias a un análisis zooarqueològic (fósiles de fauna) y tafonòmica (cómo se forma un yacimiento) de los restos faunísticos de tres conjuntos del Paleolítico Inferior de la Península Ibérica: la Mina y el Forn, en el Barranco de la Boella, y Torralba (Soria), este último fechado en 200.000 años y de características paisajísticas similares al de la Canonja.
Antonio Pîneda
Nacido en Vila-seca hace 27 años, Antonio Pineda estudió Historia a la Universidad Rovira i Virgili(URV) (2012) y el Master de Arqueología del Cuaternario y Evolución Humana en la misma universidad (2014). Su primer contacto con el IPHES se inició como voluntario en los trabajos de campo a diferentes yacimientos: Barranco de la Boella, Atapuerca (Burgos), Abrigo Romaní (Capellades) u Orce (Granada). Empezó a estudiar los materiales del Barranco de la Boella con la Dra. Palmira Saladié y acabó formando parte del equipo que trabaja y estudia en este yacimiento. Obtuvo una beca predoctoral FI (AGAUR) el año 2015.