Futuras discotecas, salas de baile y de fiestas tan sólo podrán abrir en Emprius

Las nuevas discotecas, salas de baile, salas de fiestas con espectáculo y after hours que se quieran instalar en Salou, a partir de ahora tan sólo lo podrán hacer en la zona de futuro crecimiento Sector 04-Emprius. Por otra parte, los bares musicales, salas de concierto, discoteca de juventud (hasta las 22 h.), karaokes, salas de fiesta con espectáculo, café teatro y café concierto sólo se podrán ubicar en zonas concretos: avenida Andorra, autovía de Tarragona, calle Pompeu Fabra, calle Vendrell y calle Torremolinos y en la zona comercial de la calle Punta del Cavall, en Cap Salou. Los restaurantes musicales, en cambio, se podrán establecer en cualquier punto del término municipal.

Esta es la delimitación física que se detalla en la modificación puntual del POUM de Salou, en lo referente a la regulación de las actividades musicales en el municipio. Hace meses que el consistorio está trabajando, después de que el verano pasado el Ayuntamiento suspendiera las nuevas licencias de bares musicales y discotecas con el fin de hacer la nueva regulación. Un año después, el consistorio ya tiene sobre la mesa la propuesta, de que se aprobó inicialmente ayer en la Comisión Informativa de Gestión del Territorio, Infraestructuras y Mantenimiento de la Ciudad. Ahora, habrá que aprobarla definitivamente, trámite que se puede alargar un año más, tiempo durante el cual seguirá vigente la suspensión de licencias.

El cambio más significativo que se produce es la prohibición de abrir discotecas, salas de baile y de fiestas y after hour dentro del núcleo de Salou. Dentro del texto no se especifica la zona dónde pueden establecerse, sin embargo, tal como explica el concejal de Gestión del Territorio, Marc Montagut, este tipo de actividad tan sólo podrán abrir en la zona de Emprius, «que no tardará en estar desarrollada», afirma. Con respecto a las discotecas que actualmente están en funcionamiento en Salou, todas ellas podrán seguir en funcionamiento e, incluso, cambiar de titular, pero, en el momento que den de baja la actividad, ya no podrán volver a abrir con el régimen anterior.

El resto de actividades musicales –entre las cuales se incorporan ahora los karaokes– quedan totalmente limitadas a las calles anteriormente descritas y se especifica que, fuera del ámbito, tan sólo se mantendrán los locales ya existentes. Además, se amplía a todas estas actividades una serie de requisitos mínimos que, hasta ahora, sólo eran específicos por los bares musicales. Entre ellos está la obligación que la superficie mínima de local y cierre sea de 100 metros cuadrados, que se habilite un suelo flotante contra los ruidos de impacto y transmisión de vibraciones o que todos los accesos a los locales tengan una barrera de sonido mediante vestíbulos con puertas aisladas acústicamente.

Según Marc Montagut, «después de la moratoria de un año en la que no se han concedido nuevas licencias, hemos estado trabajando en una planificación más esmerada». Tal como remarca, la voluntad es que «estas actividades sean compatibles con la convivencia vecinal y delimitar el espacio público de una manera que fomente el respeto a las diferentes sensibilidades, esponjando los lugares con una mayor concentración». En este sentido, todas aquellas actividades que tienen licencia para abrir hasta más tarde, son las que, poco a poco, se irán ubicando en la zona de futuro crecimiento y, dentro de la ciudad, quedarán las que cierran, aproximadamente, a las tres de la madrugada.