Recordando cuándo no había lavadoras

La llegada de las lavadoras a los hogares fue una revolución y también puso punto final al uso de los lavaderos, grandes depósitos de agua comunitarios donde se encontraban las mujeres para lavar la ropa.

En Vilanova de Prades se ha inaugurado hace pocos días la rehabilitación de los antiguos lavaderos municipales, un espacio que fecha de los años cincuenta aunque, tal como explica Eloi Menasanch, concejal de Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento, mucho antes, en el pueblo ya se limpiaba la ropa a los lavaderos: «Antes los lavaderos estaban en otro sitio, pero era un espacio muy sombrío y, en invierno, el agua estaba helada. A mediados del siglo pasado se cambiaron de sitio, bajo una bauma, encarados sl sur, y con más sol durante el día». Aquel cambio de ubicación significó una pequeña revolución para las mujeres que tenían que lavar la ropa a pesar de las inclemencias del tiempo. Así lo recordaba Conxita Musté, una vecina del pueblo, que el día de la inauguración explicó algunas historias vinculadas a los lavaderos. Antes del traslado, afirmó Conxita, las mujeres sufrían mucho para lavar la ropa, porque con la falta de sol el agua se helaba a menudo, y además, cuando rompían el hielo para lavar, se encontraban con que estaba sucia y apestaba.

La restauración de los lavaderos de Vilanova de Prades tiene su génesis el año 2015, cuando un grupo de voluntarios del pueblo limpiaron de malas hierbas el espacio, que estaba en estado de abandono. Entonces surgió la idea de tratar de recuperar el lavador, y mediante el apoyo de la Diputación de Tarragona y la aportación del Ayuntamiento de Vilanova de Prades, se ha conseguido llevar a cabo una total rehabilitación del espacio. Esta se ha llevado a cabo en tres fases: la primera consistió en el arreglo de las paredes de los vasos de los lavaderos; la segunda, en la construcción del muro lateral y de las columnas que sostenían el tejado, y la tercera y última, en la construcción del tejado de los lavaderos. A diferencia de otros lavaderos municipales, que estaban completamente cubiertos, este tenía un tejado en uno de los márgenes, con el fin de proteger las lavadoras de la lluvia, pero que a la vez permitía que el sol calentara el agua de lavar, que si en verano estaba fresca, en invierno estaba helada.

Los lavaderos de Vilanova de Prades presentan una particularidad única en la comarca: las losetas rojas de los lavaderos. «Pensamos que son los únicos de la comarca con estas características», ha señalado Eloi Menasanch. Los lavaderos han pasado a formar parte de la Ruta del Patrimoni i dels portals adovellats, un itinerario que recurre los principales elementos patrimoniales de la localidad con un recorrido señalizado y con paneles interpretativos.

La inauguración se hizo el sábado 21 de julio, y además de la señora Conxita Musté estuvieron presentes las autoridades locales. La recuperación se celebró con un pequeño piscolabis para todos los vecinos que quisieron asistir a la fiesta.