La procesión y el espectáculo de fuegos coronan las Noches Doradas de Salou

Salou celebraba anoche el día grande de su fiesta mayor de verano, las Nits Daurades, exhibiendo su vertiente más tradicional: el del pasado y presente marinero del municipio. Con la procesión en honor de la virgen, Santa Maria del Mar, patrona de los marineros, y el posterior castillo de fuegos artificiales, ayer, Salou ponía el colofón final a una semana de fiestas que, como cada año marca el ecuador de la temporada turística en la Costa Daurada.

Después de la misa de fiesta mayor, los pescadores sacaron la imagen de Santa Maria del Mar para llevarla en procesión hasta el Espigó del Moll donde fue embarcada para continuar el recorrido por mar. Mientras tanto, miles de personas se concentraban en el paseo de Jaume I y en la playa de Llevant esperando el lanzamiento del gran castillo de fuegos artificiales que, como cada año, ofrecía la posibilidad de disfrutar de una fachada litoral exclusiva para peatones, ya que no se permite el paso de vehículos mientras dura la procesión y el espectáculo. Este año, de hecho, se cortó al tráfico también el paseo Miramar y se reforzó el dispositivo de seguridad.

Cuando faltaban pocos minutos para las once empezaba el espectáculo pirotécnico delante de los salouenses, de los millares de turistas y de visitantes que hacen que cada año el 15 de agosto sea uno de los días en que la capital de la Costa Daurada concentra a un mayor número de personas. Durante el castillo de fuegos artificiales se tiraron más de 379 kilos de materia pirotécnica repartidos en más de 5.000 unidades reunidas en 42 conjuntos repartidos en seis zonas de fuego diferentes y con un total de 815 órdenes de tiro controladas por ordenador que dibujaron al cielo de la capital de la Costa Daurada las tradicionales palmeras, coreografías digitalizadas o figuras. Después de un espectáculo de poco más de veinte minutos, la fiesta continuó con la actuación de la Orquestra Juniors en la plaza de las Comunitats Autònomes.