Vecinos de la Riba y Farena se quejan de suciedad acumulada en los pozos

Llega el verano y los pozos se llenan de gente que buscan espacios naturales y agua fresca. La otra cara de la moneda, sin embargo, es la masificación, la suciedad acumulada en las inmediaciones de estas zonas y coches mal aparcados en caminos y carreteras. Una problemática que se repite año tras año y los vecinos están hartos. En las comarcas tarraconenses, uno de los puntos oscuros son los pozos que hay a lo largo del río Brugent y, concretamente, la zona entre la Riba y Farena.

En el caso ribetà, a finales de la semana pasada, se acumulaban decenas de bolsas de la basura latas y botellas de plástico a pie de carretera, zona que limpian periódicamente técnicos de la Diputación de Tarragona. La gran cantidad de gente que va a la zona y el alto grado de incivismo imposibilita que siempre se mantenga limpio|neto. También había desperdicios en otros puntos, como bajo un cartel donde, paradójicamente, se anuncia al usuario que se trata de un «espacio fluvial en custodia» y se pide «su conservación. Respetad el entorno». En otro punto, la basura se acumula al lado de un contenedor donde vecinos han escrito: «Conserva limpio el espacio». «Pero nadie hace caso. Cada año se repite la misma situación», se lamenta un vecino de Farena. Este otro municipio –por donde también pasa el río Brugent– también sufre una situación similar en su espacio más conocido, el Charco de la Olla. Aquí, la basura no es tan visible «porque la va limpiando el propietario de la finca», dice el vecino de Farena, pero sufren una gran masificación que hace que la carretera se llene, peligrosamente, de coches. «Los Mossos no paran de multar, pero la gente sigue aparcando», añade.