La historia del pueblo de La Febró, en imágenes

El fin de semana del 24 al 26 de agosto el Ayuntamiento de la Febró acogió la muestra fotográfica Imágenes para el recuerdo, una recopilación de instantáneas que muestran el pueblo y sus habitantes desde épocas pretéritas hasta la actualidad. El autor de las fotografías es Jaume Casas, un reusense que, por tercer año consecutivo, y en el marco de la Fiesta Mayor del pueblo, ha hecho una elección entre su extenso archivo fotográfico para exponer imágenes de calles, habitantes, encuentros y fiestas vividas en este pequeño pueblo del Baix Camp. «El primer año que expuse hice una elección con casas y construcciones antiguas, así como algunos personajes. Esta gustó bastante, pero vi que el que llamaba más la atención de la gente que vino a ver la muestra eran las personas, que o bien conocían, o bien eran ellos mismos. Por eso, en esta tercera exposición he seleccionado un poco más de todo, incluidas imágenes más actuales», explica Casas.

El autor de las imágenes se confiesa «fotógrafo aficionado», aunque atesora un archivo con más de 10.000 fotografías que ha ido tomando a lo largo de su vida, no sólo en la Febró. «Un tío me regaló una máquina de fotografiar cuando hice la comunión y, desde entonces, que he hecho fotos. La primera exposición la hice a Castellvell, donde viví hasta que tuve 25 años. Con un amigo que también era muy aficionado hicimos un par de muestras fotográficas, y a raíz de estas, acabamos escribiendo un par de libros explicando la historia del pueblo».

A la Febró llegó por mediación de su mujer, Mercè, que era descendiente del pueblo. Jaume recuerda que cuando puso los pies por primera vez «la luz eléctrica era escasa, las calles y las plazas estaban en bastante mal estado y el teléfono todavía era una centralita». Muchas de las fotografías que conserva tienen el valor documental de mostrar aquella época, así como las personas que habitaban el pueblo. Por ejemplo, la antigua iglesia, que estaba en muy mal estado, y que se renovó. O el antiguo puente de la carretera, que los aguaceros de los años 90 arrancaron de cuajo. Otro cambio importante, explica Casas, es el experimentado en el paisaje: «Años atrás, desde la plaza se veía la carretera toda entera, pero como los cultivos se dejaron de trabajar, los árboles han ido creciendo y ahora todo es bosque».

La datación de las fotografías

El trabajo de selección y datación de las fotografías expuestas no ha estado demasiado complicado, añade, porque la mayoría las tenía fechadas. Y las que no había conseguido situar en el tiempo, han podido estar identificadas gracias a la memoria del resto de habitantes de la Febró: «De esta manera, cerca de un 90% de las fotografías tienen una fecha». Después de tres exposiciones, Jaume Casas afirma que ya no hará más, pero ha decidido ceder todo este archivo fotográfico al Ayuntamiento del pueblo.