El Pacto de Berà mantendrá la lucha por las infraestructuras del territorio

Los alcaldes del Pacto de Berà celebran los buenos resultados del desvío de los camiones de la N-340 hacia la AP-7, pero avisan de que estarán atentos a los efectos colaterales de la medida, que entró en vigor el 2 de septiembre. Después de reunirse este jueves en Roda de Berà, los alcaldes del Camp y el Penedès han confirmado que el grupo se mantendrá activo en defensa de las infraestructuras del territorio. Según los alcaldes, la N-340 todavía supone un problema porque atraviesa núcleos urbanos y se colapsa los días de más afluencia de vehículos. A la espera de conocer las decisiones que se tomarán cuando venza la concesión de la AP-7, el año 2021, el Pacto de Berà insiste en que la prolongación de la autovía A-7 se tiene que hacer en paralelo en la autopista para «trinchar el territorio el mínimo posible». En este sentido, los alcaldes apuestan por la «capilaridad» de las infraestructuras para que la zona no quede como un simple espacio «de paso» entre las áreas metropolitanas de Barcelona y Tarragona.