Las restricciones en la N-340 y la N-240 incrementan hasta un 134% el tráfico de camiones por la autopista
Los Mossos D'Esquadra informan a unos 4.300 transportistas de la prohibición de circular por los tramos de carretera afectados
Las restricciones de paso de vehículos pesados por las carreteras N-340 y N-240 han multiplicado el tráfico de camiones por la autopista. La medida, que entró en vigor el 2 de septiembre, ha supuesto que hasta un 134% más de vehículos pesados circulen ahora por la AP-7 en el tramo entre Peñíscola (Baix Maestrat) y l'Hospitalet de l'Infant. Según los datos facilitados por el Servei Català de Trànsit (SCT), el incremento también ha sido muy notable en la AP-2, entre les Borges Blanques y el Pla de Santa Maria (Alt Camp), con un 112% más de circulación de camiones. El tercer tramo afectado por el desvío obligatorio, la AP-7 entre Altafulla y Vilafranca del Penedès, es el que ha sufrido un impacto menor, con nada más un 24% más de tráfico pesado. Durante la primera semana con la medida en vigor, los Mossos d'Esquadra informaron a unos 4.300 transportistas de la prohibición de circular por los tramos de carretera afectados y, desde este lunes, ya pueden denunciar los infractores con multas de 500 euros.
Según los datos recogidos durante los primeros días de implantación de las restricciones, el incremento de camiones en la AP-2 ha sido del 112%. En concreto, si antes por esta vía rápida pasaban unos 1.123 vehículos pesados, ahora son unos 2.380. La diferencia corresponde a los vehículos de cuatro ejes o más que antes circulaban por la N-240 y que ahora lo tienen prohibido entre les Borges Blanques y Montblanc. Como compensación, los transportistas se pueden acoger a bonificaciones entre ambas capitales y, si es el caso, hasta el Pla de Santa Maria (Alt Camp).
Con respecto a la AP-7, donde más se ha notado el cambio es en el tramo entre Peñíscola y l'Hospitalet de l'Infant, que ha pasado de unos 2.475 a 5.794 camiones diarios, un 134% más. Inevitablemente, eso ha esponjado la circulación en el tramo ebrense de la N-340, a pesar del gran número de rotondas y los largos tramos de línea continua existentes. Más hacia el norte, el tramo de la AP-7 entre Altafulla y Vilafranca -el único con tres carriles por sentido- ha pasado de 7.686 a unos 9.541 camiones diarios, un 24% más.
En los tres tramos, las bonificaciones previstas para los vehículos de cuatro ejes o más son de un 42,53% en el caso de los camiones en tráfico y del 50% en los que hagan trayectos internos. En paralelo, también están exentos de peaje los vehículos ligeros que hagan el mismo trayecto de ida y vuelta en el tramo comprendido entre Alcanar y Vilafranca Sud en un periodo de 24 horas. En todos los casos, los conductores tienen que disponer de un sistema de peaje dinámico o telepeaje (Vía T) para poder beneficiarse.
Empiezan a sancionar
Entre los días 2 y 9 de septiembre, los Mossos D'Esquadra informaron a unos 4.300 transportistas de la prohibición de paso por los tramos afectados. En concreto, se hicieron unas 2.800 advertencias en la N-340 y unas 1.500 más en la N-240. Después de una semana de adaptación, desde este pasado lunes los agentes de tráfico ya pueden denunciar los conductores que incumplan la normativa con sanciones que se suben a los 500 euros. De momento, sin embargo, no se han facilitado datos.
Hay que tener en cuenta también que, a pesar de las prohibiciones, los camiones no han desaparecido del todo de estas carreteras porque hay excepciones dirigidas a aquellos vehículos que tienen el origen o destinación dentro de los tramos restringidos. Sin embargo, según el Servei Català de Trànsit, se ha establecido que los transportistas que tengan que trabajar recorran la distancia «más corta posible» por estas vías.
Más fluidez y ningún accidente mortal
En declaraciones a la ACN, la subdirectora general de gestión del tráfico del SCT, Cristina Pou, ha hecho una valoración «muy positiva» de estos primeras días. Desde entonces, ha dicho, no se ha producido ningún accidente mortal en la N-340 ni en la N-240, y se ha constatado una mayor fluidez por la bajada del tráfico de camiones. Pou ha recordado que la medida sigue la solución implementada a la N-II en Gerona, dado que este tipo de carreteras «no están diseñadas para soportar tanto de tráfico y, sobre todo, pesado».